El ruido se convierte en contaminante cuando implica un deterioro a la calidad de vida de las personas. El efecto físico de las ondas del sonido de muy alta intensidad puede ocasionar desde dolor agudo y ruptura del tímpano hasta la paulatina pérdida de la audición por lesiones permanentes sobre el oído interno. También puede producir: dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad, alteración del sueño y del ritmo respiratorio, falta de concentración y bajo rendimiento, pérdida del apetito, daños serios al sistema nervioso, problemas de estómago, aumento en los latidos del corazón, sordera, angustia, agresividad y depresión.
En la ciudad existen muchos y diferentes tipos de ruidos. Una de las principales fuentes de ruido es provocado por los medios de transporte que circulan en las calles, como colectivos, autos, motos y camionetas, pero también lo generan los trenes, aviones y subterráneos. |
En las calles también existen otros ruidos muy molestos provenientes de locales bailables, restaurantes, recitales, obras en construcción, sirenas, fábricas e industrias, eventos culturales o barriales y algunos eventos deportivos. |
Desde nuestros hogares también generamos ruido cuando utilizamos diferentes electrodomésticos como la aspiradora, la licuadora y el secador de pelo, al utilizar la radio y la televisión a un volumen elevado. |
En la escuela, al salir al recreo o en el comedor, los gritos y el bullicio de los chicos generan altos niveles de ruido. |