Retrato de los Archiduques Ernesto y Rodolfo de Austria
Ubicación Salón comedor
Dentro de los géneros artísticos, el retrato expresa el deseo que tienen los seres humanos de perdurar en el tiempo y contemplarse a través de su propia imagen. Presente a lo largo de toda la historia del arte, nos aporta datos acerca de la identidad y el lugar que el retratado ocupa en la sociedad.
Taller de Alonso Sánchez Coello (1531-1588)
Retrato de los Archiduques Ernesto y Rodolfo de Austria
España, 1567
Óleo sobre tela, 96 x 75 cm
Los archiduques fueron hijos de la Infanta María, hermana de Felipe II, y del Emperador Maximiliano de Austria. Sus retratos se concibieron formando pareja. Ernesto nació en 1555 y permaneció en la Corte española desde 1564 hasta 1571, al igual que su hermano. En 1593, Felipe II lo nombró Gobernador de los Países Bajos, donde murió en 1595. Rodolfo nació en 1552 y fue el segundo hijo del matrimonio real. En 1572 fue coronado Rey de Hungría y en 1575, de Bohemia y Alemania, sucediendo a su padre como Emperador en 1576.
Estas obras realizadas por el taller de uno de los retratistas más importantes de la corte de Felipe II, conservan las facciones propias de los Austrias, es decir una forma del rostro cuyo maxilar inferior denota el prognatismo hereditario de los Habsburgo.
Alonso Sánchez Coello nació en Benifairó del Valls, Valencia, en 1531 y falleció en Madrid en 1588. Comenzó su educación artística en Portugal y la completó en Flandes donde fue discípulo de Antonio Moro, de quien siguió los modelos en el género del retrato. En 1560, ya en España, fue nombrado pintor de cámara de Felipe II, puesto que ocupó hasta su muerte. Sánchez Coello ocupa un lugar fundamental en la historia de la pintura española y es considerado uno de los retratistas de corte más importantes del siglo XVI.
Es interesante destacar que dos retratos de los archiduques Ernesto y Rodolfo de Austria con igual iconografía –el de Rodolfo datado y firmado por Sánchez Coello en 1567— pertenecientes a la Royal Collection del Reino Unido se conservan actualmente en el Castillo de Windsor. Recordemos también que entre las piezas de su colección, Enrique Larreta poseía un retrato de Doña Juana de Austria, princesa de Portugal realizado por el artista español hacia 1557. Esta magnífica obra es una de las imágenes más características de doña Juana y actualmente pertenece al Museo de Bellas Artes de Bilbao.