A mejor alimento, mejor entendimiento

Este proyecto ha sido creado para continuar comprometiéndonos con nuestra sociedad y aportar humildemente nuestro trabajo, con el fin de ayudar a convertir toda crisis en una oportunidad de aprendizaje y
crecimiento.
Desde el año 2012 hemos venido delineando proyectos escolares específicos que se encuentran vinculados con la educación ambiental, tomando como marco el programa impulsado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “Escuelas Verdes”. En esta oportunidad, luego de observar que la economía de muchas familias se vio resentida como consecuencia de la pandemia, decidimos trascender los muros de la escuela y aprovechar nuestra experiencia en la huerta escolar para enseñar a otros a producir alimentos y crear su propia huerta ecológica utilizando residuos orgánicos e inorgánicos. Para ello, trabajamos colaborativamente docentes, alumnos, profesionales de la salud, familias y otras escuelas del interior del país. Nuestro trabajo incluyó actividades en la huerta, talleres sobre soberanía alimentaria y salud, reciclado de residuos orgánicos e inorgánicos, investigación teórica sobre alimentación y derechos humanos, difusión gráfica y en redes.

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Ficha técnica

Nivel educativo: Primario
Gestión: Privada
Establecimiento educativo: Escuela Cristiana Evangélica Argentina
Distrito escolar: 17
Grado: 6° y 7°
Nombre de la/s docente/s que encabeza/n el trabajo: Edith Rita Martínez, Julieta Martin y Daniel Isaac Saez

¡También participamos de la Feria Ambiental!   

Descripción

La soberanía alimentaria y la educación están estrechamente vinculadas, ya que es imposible ejercer el derecho al acceso a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados producidos de forma sostenible y ecológica, y a decidir sobre el propio sistema alimentario y productivo, si no somos educados sobre el tema.
A nuestro entender se trata de un ciclo en el que la educación genera la posibilidad de aprender y entender la importancia de una buena alimentación para nuestra vida y, a la vez, una mejor alimentación permite un mejor entendimiento sobre la salud y otras áreas de desarrollo del ser humano, que no sólo nos ayudará a tener mejor rendimiento físico, sino también un mayor rendimiento psíquico, ambos muy importantes en la vida de toda persona y, principalmente, en los niños. La desnutrición y la malnutrición ocasionan sufrimientos para muchas familias porque provocan mala salud, pérdida de la capacidad de aprendizaje, pérdida de ingresos y productividad, mayores gastos en cuidados médicos. Una nutrición mala y la falta de alimentos adecuados pueden limitar el desarrollo físico y mental, aumentar el riesgo de muerte por enfermedades infantiles y pueden provocar discapacidades físicas y mentales permanentes.
Entendimiento y alimentación son dos variables importantes en vías a la solución a este problema porque contemplan dos derechos humanos básicos para la dignidad de la persona: el derecho a la educación y el derecho a la alimentación que, a su vez, permitirán el ejercicio de otros derechos tales como el derecho a la salud, a gozar de un ambiente sano, a trabajar, entre otros.
Desde el año 2012, como escuela, se han venido delineando proyectos escolares específicos que se encuentran vinculados con la educación ambiental, tomando como marco el programa impulsado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “Escuelas Verdes”. Este año, tras observar que muchas familias han visto resentida su economía como consecuencia de la pandemia, nos ha parecido pertinente convertir una crisis en una oportunidad para trascender los muros de la escuela y, aprovechando nuestra experiencia en la huerta escolar, enseñar a otros a producir alimentos y crear su propia huerta ecológica utilizando residuos orgánicos e inorgánicos. Este aprendizaje incluirá también un taller de cocina que presentará la mejor forma de aprovechar lo producido y acceder a una mayor alimentación con menor costo.
Confiamos que este será el primer eslabón de una cadena que sumará a otras escuelas y familias.
Es nuestro sueño lograr que este proyecto crezca y nuestros alumnos puedan no sólo aprender a elegir la manera más saludable de alimentarse, sino a aprovechar los recursos disponibles, luchar por convertir cada obstáculo que deban enfrentar en un desafío y trabajar ecológica y cooperativamente para el bien de su comunidad.