Escudo de Armas de la Ciudad

En los autos fechados el 20 de Octubre de 1580, proveídos por Juan de Garay, fundador de la Ciudad de la Santísima Trinidad, se hace referencia al orden que había que guardar en el repartimiento de tierras y estancias, la elección del patrono y las armas de la ciudad.

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Reseña Histórica

En los autos fechados el 20 de Octubre de 1580, proveídos por Juan de Garay, fundador de la Ciudad de la Santísima Trinidad, se hace referencia al orden que había que guardar en el repartimiento de tierras y estancias, la elección del patrono y las armas de la ciudad.

En los mismos, Garay señaló como armas de la ciudad un águila negra pintada al natural, con su corona en la cabeza, cuatro hijos debajo, demostrando que los cría. Una cruz colorada sangrienta saliendo de su mano derecha y subiendo más alta que la Corona, semejante a la Cruz de Calatrava, todo ello en campo blanco.

Las razones alegadas por el mismo Garay sobre el significado de estos atributos son las siguientes: "haber venido a este puerto con el fin y propósito firme de ensalzar la fe católica y servir a la corona real de Castilla y León, dar ser y aumentar los pueblos de esta generación que a cuarenta años que está poblados y cerrados e iban en gran disminución...". En más de una oportunidad, reiteraremos estos conceptos, para referirnos a la descripción más detallada del escudo de Garay y su simbología.

El 11 de Junio de 1580, Juan de Garay fundó la Ciudad de la Santísima Trinidad, a la que denominó así por haber llegado el 29 de Mayo, fecha coincidente con esa festividad religiosa. El puerto conservó el nombre de Santa María de Buenos Aires, que Don Pedro de Mendoza le dio en 1536, por un voto que había hecho a la Virgen del Buen Aire, venerada en Cágliari (Cerdeña), lugar en que había intervenido en campañas militares. También se relaciona la elección de la virgen, con dos mercedarios entre los miembros de la expedición de Garay.

Meses después, Garay repartió los solares y chacras, y el 20 de Octubre reunió al Cabildo para elegir el Patrono de la Ciudad y determinar el escudo de Armas que debía tener (el escudo de armas es la representación, sobre una pintura, grabado o dibujo, de las piezas simbólicas de acciones distinguidas y heroicas de un personaje, familia, ciudad o congregación; el blasón es el escudo de armas de cada linaje, ciudad o persona).

Los cabildantes expresaron en esa oportunidad a Garay la necesidad de que éste señalase las armas a la ciudad para que este fundase su blasón (escudo) y el acta capitular de dicha sesión describe al águila con las aguiletas, sosteniendo la cruz de Calatrava en su pata derecha, sobre un fondo blanco.

Las razones que alegó Garay para las figuras del escudo eran las siguientes:"... haber venido a este puerto con el fin y propósito firme de ensalzar la Santa Fe Católica (reflejado en la Cruz de Calatrava) y servir a la corona real de Castilla y León (la corona que sostiene el águila en su cabeza) y aumentar los pueblos de esta gobernación que a cuarenta años de estar poblados y cerrados, iban en gran disminución...". Según Enrique Peña, estos pueblos serían representados por las cuatro aguiletas, y que aluden a las cuatro ciudades que debía fundar Ortiz de Zárate por los términos de la capitulación de 1569: Santa Fe (1573), Buenos Aires (1580) y probablemente Concepción de Nuestra Señora, en el río Bermejo (1585) y Vera ó San Juan de Vera de las Siete Corrientes (1587).

En 1591, el Real Consejo de Indias, aceptó como armas las que dio Garay, permitiendo a la ciudad utilizarlas, pero hasta 1615 no vuelven a ser mencionadas en las actas capitulares, y ese año se describe un escudo con un pelícano y cinco hijos, ignorándose la razón del cambio del animal representado.

En 1649 se propone un modelo de sello de armas, porque el Cabildo carecía de uno y se reproduce el dibujo de una paloma radiante que mira hacia la izquierda, volando de frente, por encima de un mar agitado del que emerge la uña de un ancla, que significaría puerto.

En sucesivas modificaciones del escudo con los barcos navegando en direcciones contrarias a las del emblema adoptado finalmente en 1923, o figurando un mar sin barcos, llegamos a 1852, fecha en la cual, se reorganiza el gobierno Municipal (los cabildos habían sido suprimidos por ley de 1821). En esta oportunidad, se encargó a una comisión de educación el proyecto de un sello para el municipio. La comisión propuso reutilizar el usado anteriormente, con dos navíos anclados en el mar, una paloma radiante volando en medio y sin ancla, que indicaba puerto. En 1856, según Peña, se sancionó la ordenanza correspondiente. El ancla fue impuesta por la costumbre y por los antecedentes considerados al sancionar la ordenanza.

En 1910, Enrique Peña propuso la sanción de una ordenanza que determinara la representación gráfica del escudo de armas de la ciudad, a fin de termina las diferencias entre distintos escudos: podían advertirse en los documento: a diario salían de las mismas oficinas municipales. En ese sentido, recomendó que no estando determinada la clase de barcos que figuraban en los escudos empleados, se usaran carabela y un bergantín, que fueron tipos de embarcaciones que trajo Garay cuando vino a fundar la ciudad.

Por otro lado, Peña acudió a los archivos de España, planos y documentos referidos a la historia edilicia de la ciudad encomendó al pintor D. Miguel Vela especialista en trabajos heráldico: ejecución del dibujo dado por Garay Buenos Aires, facilitándole copias de actas del Cabildo y resolución del Consejo de Indias. La ilustración, tal como se la reproduce en la Bandera de la Ciudad Autónoma Buenos Aires, sancionada en 1995, es la exacta reproducción gráfica del escudo que Garay dio al fundar la ciudad en 1 según expresa Peña.

El 3 de Diciembre de 1923, una orden dispuso que el escudo de la ciudad debía colocarse en los frentes de edificios y en los documentos, sellos o papeles usados en las oficinas municipales, debía ser el de los barcos con la paloma radiante y el ancla.