Almagro

Uno de los más tradicionales de la Ciudad. Muy relacionado con el tango y los típicos cafés porteños. Por sus calles y bares circularon muchos de los grandes del tango; tuvo el privilegio de ser el primer escenario que escuchó cantar a Carlos Gardel.

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Límites:

Río de Janeiro, Avenida Rivadavia, Avenida La Plata, Avenida Independencia, Sánchez de Loria, Sánchez de Bustamante, prolongación virtual de Sánchez de Bustamante (puente peatonal), Sánchez de Bustamante, Avenida Díaz Vélez, Gallo, Avenida Córdoba, Avenida Estado de Israel, Avenida Ángel Gallardo.

Comuna: Comuna 05

Superficie (en km2): 4,1

Densidad (habitantes/km2): 31.269,8

Población Total: 128.206

Mujeres: 71.821 Varones: 56.385

Fuente: DGESC, en base a datos censales, año 2001.

Aniversario: 28 de septiembre

Historia:

¿Qué fue Almagro antes de ser Almagro? Fue un terreno llano y fértil que tuvo mucha circulación ya que en esa zona corrió uno de los primeros caminos de Buenos Aires. Se lo llamaba camino de los huesos porque los arreos, que se hacían por Castro Barros y Medrano rumbo a los mataderos, terminaban dejando un tendal de osamentas de animales. Este camino era apisonado por nuevos arreos conformando uno de los mejores senderos para la tropilla, sobre todo en invierno cuando las carretas corrían el riesgo de hundirse en zonas pantanosas y sin camino firme.

En 1839 Julián Almagro compró tierras en la zona, 18 hectáreas, y unos años más tarde donó terrenos para que se construyera la estación del primer tren que circuló en el país. Esa estación se ubicó en la esquina de Lezica y Ángel Peluffo. Funcionó durante 30 años, desde 1857. Por haber sido donado por Almagro, llevó ese nombre el cual luego se usó también para bautizar a los alrededores.

Almagro fue zona de quintas antes y después del paso del tren. Si bien el tren dio al barrio un giro fundamental, la evolución se afirmó como nunca a partir del tranvía. Pero también fue la fiebre amarilla la que terminó provocando un cambio profundo. Muchos porteños de clase alta abandonaron el centro de la Ciudad y se instalaron en sus quintas, desde ese momento nunca más volvieron al centro.

Hoy en día conocemos a este barrio como uno de los más tradicionales de la Ciudad y muy relacionado con el tango y los típicos cafés porteños. Por sus calles y bares circularon muchos de los grandes del tango y Almagro tiene el privilegio de ser el primer escenario que escuchó cantar a Carlos Gardel. El zorzal fue alumno del Colegio Salesiano Pio IX y cantó en su corro en la parroquia San Carlos ubicada en Quintino Bocayuba e Hipólito Irigoyen. Además, Gardel, en sus inicios solía cantar en un bar que se encontraba en la avenida Rivadavia 3824. Lo hacía con su compañero, al que él apodaba el Negro Congo. Gardel cantaba un par de canciones y Congo pasaba el sombrero para recaudar algunas monedas.

Fuente: PROGRAMA PASIÓN POR BUENOS AIRES, Historias de barrios. Buenos Aires, 2008. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.