Agosto 2023

Columnas de opinión del Procurador General

Compartir en redes

El proceso electoral entre algunas certezas y muchas incertidumbres.

 

Después de una prolongada serie de sucesivos comicios de renovación de autoridades provinciales llegaron las PASO nacionales, y en apenas dos meses tendremos las elecciones generales en todo el país.

 

Los resultados de las elecciones primarias del pasado 13 de agosto dejaron algunas certezas, pero aumentaron las incertidumbres respecto al futuro del gobierno nacional que asuma el próximo 10 de diciembre, ello en el contexto de una crisis económica de enorme magnitud que parece agravarse día a día.

 

El bajo porcentaje de votantes reafirma el dato que ya venía registrándose en el ciclo de elecciones provinciales acerca del elevado desinterés o rechazo por parte de entre un treinta y cuarenta por ciento de los electores que desiste de participar en la emisión del voto. La falta de sanciones efectivas hace que la obligatoriedad del sufragio se termine convirtiendo en una regla formal carente de eficacia práctica. Dada la división en tercios del electorado según surge del resultado conocido hace pocos días, está claro que la posible participación de esta masa de votantes cuya voluntad aún no conocemos posee el suficiente caudal para inclinar la suerte de la próxima elección.

 

Los recientes resultados conforman también que la sociedad se inclina más por la idea del cambio antes que por la continuidad. Dos de los tercios representan hasta aquí propuestas de cambios, con diferentes modalidades y alcances.

 

El candidato más votado Javier Milei parece haber logrado conectar con varios sectores del electorado logrando representar la bronca y frustración de una buena parte de la ciudadanía con la política. El sentido de sus propuestas en línea con reducir el peso de las regulaciones estatales y achicar los costos y privilegios de la política generan una lógica adhesión, aunque otras lucen ciertamente muy cuestionables, como las referidas al financiamiento de la educación pública y a la privatización del CONICET. Su capacidad de liderazgo y falta de experiencia en la administración pública aparecen también como visibles incógnitas.

 

Juntos por el Cambio ofrece también una alternativa de cambio profundo y radical para la marcha futura del país, con la chance de contar con equipos y mayor experiencia de gestión. Estos sesenta días por delante serán vitales para poder explicitar todas estas cuestiones. Pero aun cuando, como decíamos, la mayoría aparece inclinada para un cambio, lo cierto es que las exiguas diferencias porcentuales entre las tres fuerzas políticas permiten a todas abrigar las expectativas de llegar a un ballotage, lo que aumenta dramáticamente la incertidumbre en un escenario económico de tanta fragilidad.

 

En nuestro distrito el resultado de las primarias permite a la misma fuerza política que viene gobernando desde hace ya 16 años contar con la sería posibilidad de llevar adelante un quinto período de gestión, con el desafío de consolidar los logros alcanzados, pero también de satisfacer las nuevas demandas y exigencias que enfrenta nuestra querida ciudad de Buenos Aires.

 

Quedan apenas dos meses para la celebración de las elecciones generales, con la chance de asistir a dos debates presidenciales en los primeros días de octubre. Deseamos que este período sirva para que toda la ciudadanía pueda conocer con más detalle y reflexionar sobre las propuestas y las condiciones personales de los candidatos. Sería deseable también que quienes no hayan votado hasta aquí en las primarias se decidan a hacerlo en esta próxima oportunidad.

 

El futuro del país se juega en esta nueva elección, tal vez con un dramatismo inusitado. A cuarenta años de la restauración democrática en nuestro país, es necesario más que nunca que esta crucial decisión cuente con la participación de todos.

 

Los saludo con mi mayor cordialidad.