Tendedero de Mónica Mayer
El tendedero es el primer trabajo de carácter conceptual, participativo que se sitúa entre el arte y el activismo feministas que crea la artista mexicana Mónica Mayer.
Mónica Mayer
El Tendedero, 1977 - hasta la actualidad
2.27 x 2.04 m
El tendedero es el primer trabajo de carácter conceptual, participativo y a camino entre el arte y el activismo feministas que crea la artista mexicana Mónica Mayer(Ciudad de México, 1954). Lo lleva a cabo por primera vez para el Salón 77-78: Nuevas Tendencias, que se realiza en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México. La pieza consiste en subvertir el sentido cotidiano de este objeto en el que se tiende la ropa después del lavado, para transformarlo en un elemento de visibilidad de las problemáticas que afectan a las mujeres en sus recorridos urbanos. La artista sale al espacio público con unas tarjetas de color rosa que llevan impresas la frase inconclusa “Como mujer, lo que más detesto de la ciudad es…”, las que reparte entre transeúntes femeninas. Las respuestas constituyen cientos de denuncias sobre el acoso cotidiano que éstas padecen, tanto en sus recorridos cotidianos como en el transporte público, en la Ciudad de México. Las tarjetas son colgadas en el tendedero y, al ingresar al museo, cobran un sentido artístico estético. Sin embargo, rápidamente se transforma en un objeto que motiva a las trabajadoras del museo y a las visitantes de la exhibición a continuar agregando tarjetas improvisadas, como un acto espontáneo de expresión no planeado por la artista.
Desde aquél primer tendedero de fines de los años setenta y hasta la actualidad, Mayer lleva realizando decenas de ellos, en distintas ciudades y contextos, abriendo el debate y la discusión sobre temas complejos que se encuentran en la base de nuestras sociedades patriarcales.
El tendedero no es un objeto para el escrache ni para la denuncia, sino para la toma de conciencia que se produce al compartir las experiencias personales, las que visibilizan que aquello que nos sucede no son anécdotas cotidianas sino situaciones arraigadas en una estructura patriarcal, la cual delimita conductas nocivas para una sociedad que aspira a la igualdad y a la libertad de quienes la conforman.