La obra, finalizada, consistió en la apertura de la calle y en la pavimentación de la misma. La mencionada arteria une la Av. Riestra y la Av. Castañares. Esta intervención da una solución a la salida vehicular y valoriza la zona.
Los trabajos consistieron en un desmonte de 50.000 m3 de tierra y basura que fue acumulándose en el lugar. Se construyeron dos carriles de 6 mts. cada uno con un bulevar en el medio y se instalaron sumideros.
Como ampliación de la obra y para darle mayor viabilidad a Portela, se procedió a la construcción de una calle (aún sin nombre), que une la arteria con la calle Mariano Acosta.
La obra incluye la ejecución de aceras, rampas para personas con movilidad reducida y un alambrado perimetral en los predios frentistas hacia estas arterias.
A su vez, se ha efectuado un proyecto de alumbrado público sobre el bulevar existente, que incluye la instalación de 15 columnas de doble pescante y 30 artefactos de sodio de alta presión de 400w.
Se trata de la puesta en valor de la histórica Avenida de la Rábida (en la zona del Parque Colón), su repavimentación integral con pavimento de hormigón, previo retiro del firme existente, el bacheo integral y la construcción de base. También se hará el reacondicionamiento y reordenamiento planimétrico de las calzadas, de acuerdo con la indicación de los planos y las especificaciones técnicas.
Esta obra se fusiona con otras para enmarcar la remodelación general dentro y fuera de la Casa de Gobierno de la Nación Argentina y alrededores de la Plaza de Mayo.
Estas obras se encuentran en proceso de estudio.
El nuevo puente en construcción sobre el Riachuelo reemplazará al viejo puente metálico que, para los movimientos de tránsito en dirección Norte-Sur, conecta a la Av. General Paz con la rotonda existente en la provincia, en el inicio del denominado Camino Negro.
La obra consiste en la adaptación de la calzada descendente de la Av. General Paz, complementada con la construcción de un “rulo” que permitirá, a quienes circulen por el nuevo camino de ribera porteño del Riachuelo (Av. 27 de Febrero), dirigirse a la Provincia de Buenos Aires y, en esta jurisdicción, remodelar la calle colectora hasta empalmar con la calle de rivera.
El puente propiamente dicho es similar al existente con tránsito Sur-Norte, construido en 1997 por AUSOL; con la misma cota de calzada y ancho total de 14,40m, la luz total se parcializa en 7 tramos: 2 tramos laterales lado Capital de 15,70 m y 16,80 m de luz permitirán el paso inferior de la Av. 27 de Febrero y los 5 tramos principales restantes serán de 30,00 m de luz c/u.
En los accesos la calzada principal tiene un ancho de 10,50 m (3 trochas) y banquinas pavimentadas (LD 2,50 m y LI 1,00 m de ancho) y la colectora posee 7,00 m de ancho (2 trochas) con cordones.
En los sectores con terraplén de gran altura, con talud 2:3, se colocarán barandas de defensa tipo New Jersey a ambos lados de las banquinas pavimentadas, las que se continuarán en las barandas vehiculares del puente.
El proyecto comprende también señalización horizontal y vertical e iluminación.
El puente tiene un diseño que es característico del siglo XIX y del primer cuarto del siglo XX, del cual quedan muy pocos ejemplares. Esto le confiere un considerable interés histórico. Es además una estructura proyectada en su época para soportar importantes esfuerzos, lo que le ha permitido subsistir aún en un medio ambiente muy agresivo.
Presta una útil función a los vecinos de la zona, que hacen un uso intensivo del mismo. Podrá servir también a toda la comunidad en la medida en que se habilite la circulación de vehículos livianos.
El mecanismo de un puente de este tipo tiene además una cierta espectacularidad, lo que agrega un atractivo turístico más a la zona. Es por tal motivo que se encuentra en estudio de ingeniería para efectuar las tareas de reparación y restauración que requiera.
El proyecto mantiene la actual estructura funcional de la avenida, aumentado en algunos sectores los cuatro carriles existentes a cinco por sentido de circulación. Se conserva también la diferenciación de dos carriles centrales por mano exentos de transporte público. Dicha segregación se consigue con la implementación de avisadores o "corrugados" dispuestos sobre la calzada. Se propone la remoción de las actuales plazoletas y la consolidación de un nuevo bulevar central, a lo largo de la avenida, con anchos variables de 2,80 a 2,40 metros. Sobre el bulevar se sitúa una importante forestación, que mejora sustantivamente la calidad del espacio.
La iluminación es un elemento esencial del proyecto. Se incrementará notablemente la luz, de manera diferenciada tanto, para la circulación vehicular como para la peatonal. Los altos índices de iluminación tomados para el proyecto tienen como objetivo reafirmar el carácter comercial del área y aumentar la seguridad, tomando como modelo para ello el nivel de las áreas centrales más importantes de la ciudad.
En las veredas se recalifica el espacio público con la renovación de los solados, el equipamiento y los artefactos de luz. Para su ejecución se emplearán, al igual que para la iluminación, los mismos materiales que en las áreas centrales.
En el marco de una política, cuya expansión el Gobierno impulsa, el proyecto da respuestas al objetivo de elevar el grado de accesibilidad de los habitantes y usuarios de la ciudad. Para tal fin se determinó la intervención de algunos cruces de calles perpendiculares a la Av. Sáenz. Aquí se proyectó mantener sobre la calzada el nivel de la vereda, con lo que se evita la obligación de descender el cordón y se logra una mayor fluidez y prioridad del transito peatonal.
La eliminación del Paso a Nivel en la ciudad, buscar evitar inconvenientes sobre el sistema de transporte, tanto ferroviario como vial y peatonal. Apunta a disminuir los accidentes entre vehículos y peatones; reducir tiempos y costos de viaje a los usuarios de la red vial y a los pasajeros del ferrocarril. A su vez, esta medida busca mejorar la capacidad vial por reducción de tiempos de espera y reducción de costos de mantenimiento y operación de las barreras, mitigación de contaminación ambiental (ruidos, gases, etc.) y eliminación de barreras arquitectónicas.
El objetivo principal de la obra es la mejora en el flujo vehicular, al disminuir los tiempos de recorrido, descongestionar arterias y mejorar las comunicaciones viales.
A su vez, la obra apunta a:
Cruces de arterias con vías férreas en proceso licitatorio:
Av. Dorrego, Av. Warnes, Crisólogo Larralde, Manuela Pedraza, Av. Mosconi, Olazábal, Av. Monroe, Punta Arenas, Esteban Bonorino.