Espacio La Noria

El Sitio La Noria es el único lugar en la Ciudad donde se han descubierto restos de vida prehispánica.

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El Sitio

El Sitio La Noria, es el único lugar de la Ciudad donde se han encontrado restos de vida prehispánica. Durante el año 1926, el investigador Carlos Rusconi señaló el área del sitio constituido por cerca de 12 km de bañados, juncales, totorales, lagunas temporarias y permanentes .


A partir de esta y otras investigaciones previas, el equipo de arqueólogos y arqueólogas dirigido por el Dr. Ulises Camino, planteó la factibilidad de encontrar restos de las poblaciones prehispánicas que ocuparon el otrora Partido de San José de Flores.  


En el año 2010 se pudo determinar un área posible de ubicación de los paraderos indicados por Rusconi. A finales de 2012 se comenzó a explorar el Parque Ribera Sur y se creó un mapa que permitiera decidir en qué lugares realizar sondeos. 


En el año 2014, previo a la firma de un convenio con la Universidad del País Vasco, se realizaron sondeos de excavación en los que se detectaron restos cerámicos de indudable producción prehispánica, a unos 55 cm de profundidad. Desde ese año hasta 2018 se hicieron cuatro campañas de excavación sucesivas de grandes magnitudes, que dieron como resultado la identificación del Sitio La Noria


La investigación permitió establecer las ocupaciones entre los siglos XII al XV y una gran cantidad de información sobre cómo vivían los pueblos que habitaban el área. Eran recolectores y cazadores pero no pescaban, trabajaban la piedra, fabricaban cerámica y montaban campamentos con postes que se identificaron por las marcas en el suelo. Es probable que se vistieran con cueros, porque se encontraron piedras cuarcíticas que se usan para raspar o limpiar los cueros. También que cosieran con tendones de ñandú, un material fuerte y resistente y también se hallaron elementos ornamentales como cuentas. 


 

¿Quién era Carlos Rusconi?

Nació el 2 de noviembre de 1898, en la ciudad de Buenos Aires, y falleció en Mendoza (Argentina), el 22 de febrero de 1969.
Sus primeras indagaciones como paleontólogo las realizó antes entre 1918 y 1921, en las riberas del Río de la Plata; en especial, los toscales ubicados en las estaciones de Olivos y Anchorena, tal como lo habían hecho quienes le precedieron, renombrados especialistas del siglo XIX.
Fue autodidacta, no obstante, aprendió por cuenta propia inglés, francés, italiano y portugués, para acceder a trabajos científicos. Esta vocación le permitió adquirir conocimientos que le valieron su adscripción ad-honorem a la sección Paleontología del Museo Nacional de Buenos Aires (actual Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia), desde 1919 a 1930. Allí, conoció a quienes fueron sus maestros: Carlos Ameghino y Lucas Kraglievich.
En 1922, realizó excursiones a las grandes excavaciones que se estaban realizando en el Puerto Nuevo (Buenos Aires), sobre el Río de la Plata. En ese mismo año, escudriñó las excavaciones que se realizaban en grandes obras públicas. Producto de sus observaciones, fue la publicación, en 1937, de su contribución al conocimiento de la geología de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores - con especial referencia a su fauna - con el auspicio de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba. En 1923, efectuó observaciones geológicas en las barrancas del Río de La Plata, frente al departamento de Colonia (Uruguay).


En 1937, el gobierno de la provincia de Mendoza lo designó, a partir del 13 de enero de ese año, Director del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas ¨"Juan Cornelio Moyano", cargo que ejerció durante más de treinta y un años, hasta su renuncia, el 19 de julio de 1968.


Realizó más de 760 excursiones, unas 400 desde la provincia de Mendoza. Como fruto de estos viajes se reunieron más de 50.000 piezas, entre las que destacan las arqueológicas, antropológicas y paleontológicas; entre ellas,547 tipos. Este material - coleccionado personalmente por el investigador - está debidamente documentado y fue destinado al repositorio del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas "Juan Cornelio Moyano", de la ciudad de Mendoza. Además, se incorporaron otras piezas por el sistema de canje.
Como homenaje póstumo, y en reconocimiento a su fecunda y meritoria tarea, la Subsecretaría de Cultura de la Nación le otorgó el Premio a la Producción Científica y Literaria, de los años 1969-70, por su obra "Animales Extinguidos de Mendoza y de la Argentina".