Transporte sostenible

El tránsito de las grandes ciudades, como Buenos Aires, es una de las principales causas de contaminación atmosférica. Los gases y ruidos que emiten los autos, taxis, colectivos y micros generan un importante impacto en la salud de la población.
Cerca de 350 mil automóviles particulares ingresan diariamente a través de las autopistas pertenecientes a la Ciudad, nucleadas en la sociedad estatal Autopistas Urbanas S.A. (AUSA). El promedio de ocupación de estos autos es de 1,2 pasajeros.

A modo de ejemplo, un vehículo con un solo pasajero realizando un viaje de 5 Km. todos los días durante un año, consume 124 litros de combustible mientras emite cerca de 350 kilogramos de CO2. Un auto con ocupación plena (4 personas) divide ese consumo por cuatro.
En síntesis, aumentar en un 10 por ciento la ocupación de los automóviles particulares que ingresan por las autopistas de la Ciudad permitiría reducir unos 200 millones de toneladas anuales de CO2 y el ahorro de 800 mil litros de combustible. El dióxido de carbono (CO2) es uno de los gases que provocan el efecto invernadero, el cual genera los cambio de clima.
El Ministerio de Medio Ambiente organiza el Día sin mi auto, desde años atrás, con el objetivo de promover el aumento de la ocupación del transporte particular a fin de reducir la emisión de gases contaminantes, de efecto invernadero y el caos vehicular. Asimismo, dando cumplimiento a la ley N° 1499, del 2004, que estableció la Semana de la Movilidad Sostenible del 16 al 22 de septiembre de cada año. La fecha no es arbitraria ya que dicha semana culmina en el Día Mundial Sin mi Auto, que se celebra en las principales ciudades del mundo.
La idea central de este acontecimiento es fortalecer el debate en torno a lograr un sistema de trasporte integrado, sostenible y menos contaminante. En base a tres ejes fundamentales: uso racional del automóvil particular, promoción del uso de la bicicleta y fomento del uso del transporte público.

Alternativas
La bicicleta es un medio de transporte ecológico, con nulas emisiones de contaminante y de ruido a la atmósfera, que contribuye a mejorar notablemente la calidad del ambiente en nuestras ciudades, tan castigado por el predominio del vehículo motorizado privado.
La Ciudad cuenta con 57 kilómetros de ciclovías divididas en: 20 km de bicisendas, 19 km de ciclovías y 18 km de carriles preferenciales.
La bicicleta es altamente competitiva en trayectos cortos con respecto a otros tipos de transporte.
Por último aunque no menos importante: reduce en un 50% el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, diabetes adulta u obesidad y reduce en un 30% el riesgo de padecer hipertensión.
El sistema de transporte público de la Ciudad sigue ofreciendo tiempos competitivos con respecto al automotor privado. A modo de ejemplo: recorrer en automóvil particular el trayecto que une la línea A de subte (Primera Junta – Plaza de Mayo) demanda 32 minutos, mientras que realizar el mismo viaje en subte sólo 19.