Todas las acciones antrópicas impactan en mayor o menor medida en el ambiente. Una conducta social y ambientalmente responsable debe considerar que los recursos con los que se cuenta son limitados y por lo tanto adoptar un uso racional y eficiente de ellos.
Asimismo se debe prestar especial atención a los residuos que se generan para desarrollar acciones como el rediseño, la reducción, la reutilización y por último, una vez agotadas estas alternativas, propiciar su reciclaje.
Por estas razones, la Agencia de Protección Ambiental pone a disposición de la comunidad una serie de consejos ambientales para que cada ciudadano, desde su lugar, contribuya a generar grandes cambios que beneficien a toda la humanidad y a las generaciones futuras.
Porque son las pequeñas acciones las que generan grandes cambios.
Porque una mejor calidad ambiental es una mejor calidad de vida.