El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, distinguió hoy al Patriarca Supremo y Katolikós de todos los Armenios, Karekín II, como Visitante Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y destacó el aporte que hace esa colectividad a la riqueza cultural a la sociedad porteña.

Karakín II agradeció especialmente al Gobierno de la Ciudad por el reconocimiento al genocidio contra el pueblo armenio, perpetrado entre 1915 y 1917 durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial.

Macri le entregó a Su Santidad el diploma y la medalla en un acto realizado en el Museo Sívori, del que participaron el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, y los directores generales de Cultos, Federico Suárez, de Relaciones Institucionales, Claudio Avruj, y de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo.

“Es un honor su presencia y un orgullo para la ciudad recibir a alguien quien día a día defiende los valores que tienen que ver con la convivencia, el respeto, el amor por el prójimo y la diversidad de culturas”, señaló Macri.

Destacó, en ese sentido, que la Ciudad “creció de la mano del múltiple aporte de las comunidades; en esa diferencia nos hemos enriqueciendo a través del tiempo”.

“Y entre esas colectividades el aporte armenio ha sido muy importante. Siempre con la vista puesta en el futuro y defendiendo una sociedad en paz y en sana convivencia”, dijo.

Macri señaló especialmente que “de la mano de ella hemos tomado como posición el reconocimiento del genocidio a Armenia”.

Karekín Nersissian nació en 1951 en Voskehat, y fue elegido 132º Patriarca Supremo y Katolikós de Todos los Armenios en octubre de 1999.

Por su carácter de jefe espiritual de una iglesia nacional, fue recibido por líderes políticos de todo el mundo y por religiosos de iglesias hermanas.

Su misión está orientada a reorganizar la vida interna de la Iglesia Armenia, fortalecer la educación cristiana y promover la reconstrucción iglesias y monasterios.