El 97 por ciento de los visitantes a las playas porteñas, ubicadas en Parque de los Niños y Parque Roca, calificaron de muy buena la iniciativa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de instalar lugares gratuitos de descanso y esparcimiento. 

Una encuesta realizada por la Jefatura de Gabinete revela que los concurrentes a los predios se sienten ampliamente satisfechos con la posibilidad de tomar sol, descansar, leer, realizar actividades recreativas y asistir a actividades artísticas. 

Por ejemplo, el 98 por ciento de los consultados elogió la atención del personal que cuida y presta servicios, mientras que el 96 por ciento expresó su satisfacción por la calidad de las instalaciones de las playas. 

Bajo la coordinación de personal especializado en cada una de las áreas, los visitantes pueden realizar gimnasia aeróbica, voley de playa y fútbol-tenis, entre otros deportes, tomar clases de baile y presenciar distintos shows de música. 

Además de disponer de puestos de gastronomía y bebederos, quienes se acerquen en vehículos cuentan con lugares para estacionar. 

Cada parque tiene habilitada una biblioteca e, inclusive, los más chicos pueden escuchar cuentos infantiles de boca de narradores. También, para los pequeños hay juegos inflables y juegos en la arena. 

En ese sentido, el 97 por ciento de los visitantes calificaron la iniciativa del Gobierno porteño de "muy buena" y el 95 por ciento manifestó su deseo de que la iniciativa se repita el año que viene. 

El Gobierno proyecta construir nuevas playas urbanas en otros lugares para las próximas temporadas. 

De los consultados, el 77 por ciento no se había ido de vacaciones al momento de contestar la encuesta, mientras que el 70 por ciento pasó su tiempo en la zona de playa para estar en contacto con la arena. 

Para mitigar el calor, los concurrentes disponen de duchas automáticas, ya que no está permitido bañarse en el Río de la Plata. 

Las playas permanecerán abiertas hasta el 28 de febrero, de martes a domingos de 10 a 20 horas. 

Los arenales con propósito recreativo en las grandes metrópolis tuvieron su origen en París durante el verano de 2002, e inmediatamente fueron copiados por otras importantes capitales de Europa.