Con cierta ansiedad, pero sin perder nunca la calma, Pilar Geijo pasa sus días de cuarentena en su departamento de Núñez, a pasitos del CeNARD. "Me mudé cerquita para entrenar, así que ni bien abran me tiró de cabeza a la pileta", comenta a pura risa en una nueva edición de "Mano a mano", con Juan Martín Rinaldi, en el Instagram Live de la Subsecretaría de Deportes de la Ciudad.
Pilar Geijo es pentacampeona mundial de natación en aguas abiertas (2010, 2011, 2014, 2015 y 1019). Y no duda: "El agua es mi vida", por eso no ve la hora de volver a tirarse a la pileta. "Entreno todos los días en casa. Hago bici y aparatos, pero el entrenamiento de un nadador es en el agua. Ojalá pronto podamos volver a la pileta con ciertos protocolos", se esperanzó la ganadora del premio Jorge Newbery de Oro 2012.
Nació hace 35 años en la Ciudad de Buenos Aires y, desde muy chiquita, supo que la natación era lo suyo. "Comencé a los 6 años en GEBA y, con el paso del tiempo, noté que algo me faltaba. Me di cuenta que me gustaba más nadar en grupo. Un día, ya más grande, Alfredo Camarero (NdeR: ganó el Cruce del Canal de la Mancha) me invitó a mí y a otro grupo de nadadores a San Antonio de Areco a nadar en aguas abiertas y me enamoré. Nadar en la naturaleza me cautivó", recordó la pentacampeona.
A los 14 años tuvo su primera experiencia en aguas abiertas. Y no paró más. De adolescente fue a competir a Hawaii y, en una escala en Miami, la llevaron al Salón de la Fama de Natación. Y ahí escribió: “Futura campeona del mundo”. Vaya si lo consiguió.
En 2009 ganó una de las maratones acuáticas más duras: Hernandarias – Paraná, en Argentina. Al año siguiente la rompió en México, Canadá y otra vez en Argentina. Y así logró su primer título mundial hasta llegar cinco en toda su carrera. Más acá en el tiempo, en 2018, cruzó el Río de la Plata: desde Colonia del Sacramento (Uruguay) hasta Punta Lara (Buenos Aires). Nadó los 42 kilómetros en 9:33:50 y se quedó con el récord.
Pilar Geijo nadó por todos lados, en mares, ríos y lagos. Con agua helada y caliente: "A la hora de la competencia me meto en el agua y lo único que quiero es ganar. No le tengo miedo a nada y eso que me he topado con animales en medio de una carrera, pero yo sigo para adelante siempre", aseguró durante la charla en el Instagram de #DeportesBA.
"Al agua, ya sea mar, río, lago o laguna, hay que respetarlo siempre. No hay que tenerle miedo, pero si respeto. La gente a veces no sabe los riesgos que se corren en el agua", dice Pilar quien, a diferencia de la gran mayoría de los deportistas, dice que los Juegos Olímpicos no le quitan el sueño. "Los Juegos Olímpicos van más allá del deporte. Ahí hay otras cosas que nunca me entusiasmaron demasiado".
Pilar dice que nunca en toda su carrera estuvo tanto tiempo fuera del agua. Está ansiosa por volver a tirarse a la pileta, de cabeza o de bomba, ya no importa. Lo que sí tiene claro, es que nada la va a detener. Quiere seguir en lo suyo. Y asegura: “Tengo cuerda para rato”.
