Jueves 06 de Agosto de 2020

Lucas Guzmán: “Estoy bien preparado para Tokio, quiero sacar lo mejor de mi”

Ya clasificado a los Juegos Olímpicos, el taekwondista nacido en Merlo se siente muy confiado para el año próximo gracias a su entrenamiento, su fuerza mental y su fe en Dios.

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Esa calma, esa paz que le dio y le da la meditación y su constante introspección, se nota al segundo cuando Lucas Guzmán comienza a hablar en un nuevo “Mano a mano” en el Instragram Live de #DeportesBA. Transmite paz, calma y muchas enseñanzas.

“Los límites están en la mente”. Esa es la frase que le sirvió a Lucas para ganar medallas en cuanto torneo se presentó. Esa es la frase que lo llevó a clasificar a Tokio y que lo acompañará por el resto de su vida para llevar adelante sus objetivos.

Y con esos principios, este deportista de 26 años se fue haciendo grande fuera y dentro del taekwondo. Desde construir, junto a su padre, un gimnasio dentro de su casa para seguir entrenando, hasta superar obstáculos en el deporte y en la vida misma, como el fallecimiento de su madre.

Gracias a esa fortaleza mental, Guzmán pudo superar aquel traspié que significó no haber podido clasificar a los Juegos Olímpicos de Río 2016. “No clasificar a Brasil me frustró bastante. Me marcó mucho, me desanimó , pero poco a poco fui recuperando la motivación y volví a arrancar de cero”, comentó el taekwondista de 26 años.

Y esa motivación se vio reflejada el año pasado cuando arrasó en el Mundial de Manchester y en los Juegos Panamericanos de Lima, donde ganó la medalla de oro. “Esos resultados me motivaron, ayudaron a mi autoestima. Dios vio el esfuerzo que se hizo y acá me tenés listo para los Juegos Olímpicos del año que viene. Estoy bien preparado y en Tokio quiero dar lo mejor de mi”, le confesó a Juan Martín Rinaldi.

Pero Lucas sabe bien que el solo y Dios no fueron los artífices de este logro, “Esto es el resultado de un trabajo duro de los entrenadores, de mis compañeros y de muchas personas que me ayudaron”, agradeció.

A principios de 2019, antes del Mundial y de los Juegos Panamericanos, Lucas sufrió un golpe durísimo, la muerte de su madre, “no tenía muchas ganas de seguir. Ya había ganado algunas medallas, y me dije ya estoy realizado. Quería pasar tiempo con mi familia y que Dios me guie”, confesó.

Pero ya instalado en Lima para la competencia Panamericana, que días más tarde lo llevaría a la gloria, Lucas tuvo un sueño, una conexión con su madre. “La noche antes de competir, eran las 4.30 de la madrugada y soñé a mi mamá súper linda y le dije saquémonos una foto. Ella me decía ‘tengo que comprarte una agenda’. Ahí me despierto con una sensación extraña, entonces me cambié, salí a caminar y me puse a rezar, le pedí a mi madre que estuviera conmigo en la competencia”, recordó el taekwondista.

Y parece que su madre desde el cielo lo escuchó, porque es esos Juegos todo le fue bien. “Previo a la semifinal con el mexicano tuve lesión en la cadera. Para colmo él estaba impecable. Entonces decidí cambiar la estrategia y la forma de pelear. Y rezaba ‘Dios aumenta mi fe’. Tenía mucho dolor, pero a la vez sentía que Dios me decía ‘tranquilo que vas a ganar’. Entonces cuando entré al tatami di el 100% y todo salió perfecto”, se emociona este futuro Licenciado en Alto Rendimiento Deportivo que el día de mañana tiene un deseo: “Quiero ayudar a los chicos que vienen de abajo y que lleguen hasta donde llegué”.