Contento, alegre, buena onda, con el pelo duro producto del entrenamiento que acababa de terminar minutos antes de la entrevista, Leonel Pernía metió primera: "Me enganché con las carreras virtuales porque es una manera de seguir y no perder ritmo. Este domingo tenemos una fecha importante y ahora me agarran medio despeinado porque recién me bajé del simular”, dice y no para de reírse en el arranque de la entrevista con Juan Martín Rinaldi, desde el Instagram Live de la Subsecretaria de Deportes de la Ciudad.
Es que este domingo 17 de mayo, a las 20 horas, Leonel disputará la tercera fecha de la carrera virtual del Campeonato de las Estrellas Súper TC 2000 en la pista del Autódromo Oscar y Juan Gálvez de la Ciudad de Buenos Aires. Eso sí, cada piloto desde su casa y con su simulador. La carrera se podrá seguir desde el canal de YouTube del canal TyC Sports.
Esta cuarentena, a pesar de todo, le dio una alegría: está feliz de estar en su casa disfrutando de la familia, ya que desde hace años los fines de semana anda por los circuitos rodeado de autos y mecánicos. "Si bien se extraña estar arriba de un auto, esos olores especiales, el calor, los mates con los mecánicos, esto de la virtualidad está bueno porque es un gran complemento para el piloto. Las plataformas son muy buenas y sinceramente podés interpretar lo que hace el auto. Además nos sirve para mostrar los equipos, los sponsors y para captar nuevo público. De verdad, la gente del Autódromo está haciendo muy bien las cosas, son carreras muy reales", aseguró.
"En este tipo de carreras arriesgás más que en la pista, es todo más rápido, más friccionado, porque en los simuladores los choques no duelen, los autos no se rompen y no hay que pagarlos después je! Pero ojo que si te despistás podés quedar afuera de la carrera y ahí si te agarrás una calentura que querés revolear el volante a cualquier parte", confiesa entre carcajadas el actual campeón del TC 2000.
Boca, el club de sus amores. La Bombonera, ese templo que pisó de muy chiquito para ver jugar a su papá Vicente en aquel inolvidable equipo del Toto Lorenzo que ganó todo, no podía estar ausente en la charla. Ahí es donde abrazó al fútbol, aunque los fierros serían su destino final. "A mí papá casi que no lo vi jugar, era muy chico (tiene 44 años, nació el 27/09/75). Lo disfruté más cuando corría en TC (el Tano, en los ‘80, hizo una gran campaña en el TC) y ahí fue donde dije: ’Yo quiero ser piloto´", recordó
Su historia en el mundo del deporte es muy particular. Del fútbol profesional, con figuras mundiales, al automovilismo sin escalas: "Jugué muchos años en Boca, de 4, obvio. Compartí plantel con Maradona, Caniggia, 'Manteca' Martínez, Cedrés, todo aquel plantel previo a la llegada de Bianchi. Fue maravilloso, pero no llegué a debutar en Primera, me fui a jugar a Estados Unidos pero yo quería correr", confiesa el piloto de Renault. Y un día le llegó esa oportunidad: "En Estados Unidos no me iba mal, pero en unas vacaciones en Argentina, un día probé un Fiat 128 de una categoría zonal de Tandil, mi ciudad. El asunto es que bajé los tiempos del campeón y ahí empezó todo".
Hincha rabioso de Chevrolet, el Tanito ama el TC, por esa mística y pasión únicas: "El automovilismo es sinónimo de familia, de amistad, de hermandad. Vos tenés una carrera de TC con 40 mil personas y nunca pasa nada. Asado, mates, camaradería", dice orgulloso. Y agrega: "Acá tenés la hinchada de Chevrolet y Ford y cada una hace la suya, se cruzan y no pasa nada, eso es lo lindo y la diferencia quizá que hay con las hinchadas del fútbol es que en el automovilismo las hinchadas no tienen negocios”.
Durante la charla, el Tanito no puede ocultar sus sentimientos y amores: "Soy hincha de Chevrolet y de Boca. La hinchada del Chivo es como la de Boca, fiel, seguidora y siempre te va a alentar. ¿Si correría en Ford? No, salvo que no quede otra", confiesa el menor de la dinastía, el hermano de Mariano, exjugador de Independiente, Atlético Madrid y la selección de España.
En las pistas, reales o virtuales, a Leonel le gusta ir a fondo, al límite, llegar a los 200km por hora. Pero en la vida cotidiana, en las calles y en las rutas, todo lo contrario. Y deja un mensaje: "Para correr están las carreras, en la vida cotidiana soy tranquilo y respeto las velocidades, manejar rápido te tensiona mucho. Hay gente muy desatenta cuando maneja. Manejar implica una responsabilidad enorme para vos y para el resto de los conductores", afirma Leonel, quien ya está mentalizado para mejorar su 3º puesto (en Rosario) y el 9º (en San Juan) que hizo en las primeras dos carreras virtuales del Campeonato de las Estrellas. El domingo, a las 20, el Tanito va en busca de su primera victoria, para festejar en casa un domingo en familia.
