Miércoles 22 de Julio de 2020

Georgina Bardach: "Para Atenas tuve que aprender a nadar de nuevo"

La medallista olímpica en 2004 protagonizó un nuevo "Mano a mano" y nos contó todas sus sensaciones de aquel inolvidable Juego Olímpico. También se refirió al futuro de la natación en nuestro país.

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Su primera imagen la pinta de cuerpo entero. Sonrisa a pleno y esa chispa cordobesa que presagia una charla distendida y entretenida. Georgina Bardach la medallista olímpica en Atenas 2004 en natación, participó de un nuevo "Mano a mano" en el Instagram Live de #DeportesBA y recordó sus sensaciones de aquel logro de hace 16 años, cómo así también su despegue total de la actividad.

"Nunca más me volví a tirar a la pileta", confesó la nadadora y, ante la sorpresa de Juan Martín Rinaldi amplió: "ya hace más de 2 años que no nadó. Intenté varias veces, pero no hay caso, no me motiva". Georgina comenzó a nadar desde muy pequeña, "ya a los siete años sabía que tenía que nadar", cuenta.

Fueron 22 años de pileta en pileta, de competencia en competencia, con logros importantísimos como las once medallas de oro en los Campeonatos Sudamericanos de Natación, las cinco que conquistó en los Juegos Sudamericanos o el primer puesto en los Panamericanos de Santo Domingo, más otros podios en distintas competiciones mundiales. Pero sin dudas, la consagración que le valió el reconocimiento, sobre todo fuera de la natación, fue la medalla de bronce en la prueba combinada conseguida en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

"Tardé en caer. Buscaba a mí papá, no sabía cómo festejar y cuando vi al viejo ahí me aflojé y me puse a llorar, soy de lágrima fácil (risas)", recordó la cordobesa. Y le costó ganar esa medalla. "El día previo estaba súper tranquila. Dormí bárbaro. En los segundos previos a largar ahí si ya me entraron algunos nervios y se notó cuando me tiré a la pileta, no arranqué muy bien. Los primeros 200 metros los pasé sexta y ahí es como que reaccioné y dije que tenía que acelerar más, y bueno lo hice y llegué tercera", confesó.

Pero ese logro obtenido en tierras griegas tuvo su dura preparación durante cuatro años. "Después de Sidney dije 'en Atenas quiero estar en el podio', y ahí nos pusimos a trabajar con Bochi (Héctor Sosa su entrenador). El me dijo que había que arrancar casi de cero para lograr el objetivo y fue así que prácticamente tuve que aprender a nadar de nuevo para Atenas, y agregarle un trabajo psicológico y espiritual".

Ya lejos de las piletas, Georgina no se ve como entrenadora ya que no tiene "pasta", pero se confiesa fanática del equipo argentino y de todos los nadadores y nadadoras nacionales. "Hay grandes nadadores, pero no hay que presionarlos", ¿Y Delfina (Pignatiello)?, preguntó Juan Martín. "Ella logró que la natación vuelva a tomar relevancia, pero no hay que ponerle todas las fichas. Ella es de las mejores y todos se piensan que en Tokio va a ganar, pero ¡Ojo! No corre sola, hay otras nadadoras del mundo excelentes como ella, por eso hay que dejarla muy tranquila. El argentino es muy cruel en ese sentido, si no ganas te mata. Hay que cuidarla mucho", adelantó está estudiante de Comunicación Institucional que ya está cerca de recibirse.

Mirá la primera parte de la entrevista acá:



Mirá la segunda parte de la entrevista acá: