Miércoles 22 de Julio de 2020

Alejandra García: “Cuando uno tiene pasión y se enfoca en lo que hace, es difícil que algo que detenga”

Una de las atletas más importantes de la historia de nuestro país pasó por el “Mano a mano” en el Instagram Live de #DeportesBA y repasó toda su carrera a 20 años de su debut olímpico en Sidney y su posterior consagración en Atenas 2004.

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Inquieta, “fanática del entrenamiento”, perseverante, organizada, son algunas de las cualidades que llevaron a Alejandra García a ser una de las más destacadas atletas de la Argentina y una de las mejores garrochistas del mundo. Y lo sigue siendo.

En un nuevo “Mano a mano” en el Instagram Live de #DeportesBA, Juan Martín Rinaldi recibió a la campeona panamericana y sudamericana, quien este año cumplió 20 años de su debut en un Juego Olímpico.

Pero aquella primera vez olímpica de Ale, tuvo un preámbulo de muchos años en el atletismo.

¿Rompiste con muchas barreras?, preguntó Juan Martín, haciendo referencia a su aparición en el Salto con Garrocha allá a mediados de los 90 cuando era prácticamente desconocida esta especialidad, y más aún en la rama femenina. “Estrené el salto con garrocha en 1997 en un Sudamericano, después en los Panamericanos de Winnipeg 99 y en los olímpicos de Sidney, porque, por si no lo saben, hasta esa época el salto con garrocha era sólo para hombres. Yo quería acortar desventajas, moví cielo y tierra y conseguí las garrochas para mujeres”, reveló la atleta nacida hace 47 años en Martínez.

Y esa pasión por el atletismo a Alejandra García le nació desde bien chiquita, cuando tan sólo tenía seis años. “Todo empezó a los 6 años en el colegio Santa Teresita en Martínez. Un día fuimos a una plaza a correr y corrí 50 metros, ese fue mi debut en el atletismo. Después, ya en el secundario participaba de intercolegiales y ganaba siempre, tanto a hombres, como a mujeres”, recordó de sus comienzos.

Con el correr de los años Alejandra conoció el CeNARD y ahí se enloqueció. “Cuando entré quedé loca”, se rie. “Ahí conocí y empecé a entrenar con Quique Blanco, quien fue mi entrenador hasta los 25 años. En ese momento me destacaba en salto y en vallas, hasta que conocí el Salto con Garrocha”, contó.

Pero a los 17 años Ale quedó embarazada y a días de cumplir los 18 nació Tomás. “Entrené hasta los ocho meses de embarazo y a la semana de ser mamá ya estaba en la pista de nuevo. Tomy aprendió a gatear y a caminar en la pista. Se crió en el CeNARD. Fue un compañero en mi entrenamiento”, recuerda con alegría y orgullo.

Ale se especializaba en heptatlón y en salto con vallas, pero... “En el año 1997 vinieron a la Argentina unos alemanes , que trajeron garrochas para hombres y mujeres (en Europa ya se hacía en ambos sexos), a hacer un curso a Santa Fe y fuimos sin saber nada, fuimos por ir nada más. Hice el curso, salte ahí mismo y al otro año en Manaos (Brasil) se hizo el Sudamericano y fui y gané, eramos cuatro o cinco nada más”., relató sobre aquellos primeros pasos en garrocha.

Más allá de aquel resultado, el Salto con Garrocha no terminaba de cerrarle a Alejandra. “De golpe empecé a ganar torneos y a meter récords nacionales y sudamericanos, entonces dije ‘me parece que es por ahí la cosa’. Y ahí me decidí”, confesó. Con nuevo entrenador, el Pato Pastoriza, ganó el Panamericano de Winnipeg en 99 y se metió en la final del Mundial de Sevilla del mismo año. Su objetivo era Sidney 2000.

“Esos Juegos fueron muy especiales para mí. Se cumplió el sueño, es todo difícil de explicar. Se respira , se siente. Villa Yo en esa época era una de las mejores del mundo, pero no me salieron las cosas. Técnicamente salté mal, no había hecho lo que quería hacer. Igual lo disfrute. No lo recuerdo como una frustración”, contó la garrochista.

Y con esa fuerza mental y espiritual, “eso siempre fue mi fuerte”, se preparó para Atenas 2004, donde se metió en la final, consiguiendo que una representante argentina de atletismo se metiera en una final luego de 50 años

Luego llegó Beijing y el retiro. “En Beijing la pasé mal porque llegué lesionada, y ahí fue donde prácticamente decidí retirarme. Ufff, el retiro fue difícil. Deportivamente hice todo, y de golpe sos un jubilado a los 40. Me costó casi dos años y tuve que reinventarme. Volver a la Alejandra que se había formado en el atletismo y la encontré”, reflexionó.

Hoy Alejandra sigue a full entrenándose a pesar de la pandemia. “En estas situaciones es cuando hay que esforzarse. Hay que entrenar como se puede”, contó.

Con muchas trabas a lo largo de su carrera, “un deporte no muy difundido, casi sin lugares para entrenar y con los problemas económicos del deporte argentino, todo se hacía muy difícil, pero siempre le busqué la vuelta para salir adelante. Cuando uno tiene pasión y se enfoca en lo que hace, es difícil que algo que detenga”, cerró la gran atleta argentina.

Mirá la entrevista completa acá: