Domingo 16 de Octubre de 2022

Volvieron los cumpleaños infantiles a las Estaciones Saludables de la Ciudad

El programa busca fomentar la alimentación consciente, el movimiento y el uso del espacio público en chicos y chicas de entre 3 y 12 años. Se ofrece en el Parque Centenario.

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Paula Vignolo es nutricionista y trabaja en la Estación Saludable de Parque Centenario, una de las once que hay distribuidas en la Ciudad, además de las itinerantes, que recorren distintos puntos de Buenos Aires. Allí, vecinos y vecinas pueden ser atendidos por enfermeros para controlar su presión, talla y peso y recibir asesoría nutricional todos los días. Asimismo, hay programas de actividad física y talleres cognitivos en las que son fijas.

Sin embargo, nada de eso convoca esta tarde a Vignolo. Esta vez, hay dos inflables y un aro de básquet. En una mesa hay magdalenas, galletitas, trufas, un budín, cereales y fruta. La torta espera en una heladera.

En las Estaciones Saludables, vecinos y vecinas de la Ciudad pueden controlar su presión, talla y peso y recibir asesoría nutricional

Fotos: Alberto Raggio / GCBA

Es un cumpleaños saludable, una iniciativa gratuita de la Ciudad que inició en 2019, pero que se detuvo en la pandemia. “Hicimos algunas pruebas piloto en julio para pulir la propuesta. Éste es oficialmente el primero de la temporada”, apunta Araceli Cabalotti, maestra jardinera y quien coordina y encabeza el festejo junto con Jarno Storino, estudiante del profesorado de educación física.

Los festejos se hacen de lunes a sábados y, por ahora, solo en Parque Centenario -aunque se proyecta extenderlo a otras Estaciones. La nutricionista recuerda que antes del aislamiento había mucha demanda: “Los fines de semana teníamos todos los horarios ocupados”. Y enfatiza: “El objetivo es fomentar la alimentación consciente, la buena hidratación y el movimiento corporal”.

La inscripción se hace desde la web de la Secretaría de Bienestar Integral

Fotos: Alberto Raggio / GCBA

Los inflables, ubicados a un costado de la Estación de Parque Centenario, son juegos. En uno de ellos hay que encestar pelotas en una bolsa y el primer equipo que emboca ocho, la cantidad de vasos de agua recomendada por día, gana. En el otro, con aros hay que armar ensaladas, de fruta o de verdura, según cuál sea la consigna.

Las actividades varían de acuerdo la edad del cumpleañero y hay para tres franjas etarias: de 3 a 5, de 6 a 8 y de 9 a 12. Las propuestas se basan en lo sensorial, motricidad fina y gruesa, expresión corporal, dramatizaciones y juegos de destrezas cognitivas y de competencia, según el grupo.

En esta ocasión los invitados son 15 y hay varios familiares del homenajeado. “Pedimos que haya, por lo menos, un adulto responsable por cada 10 chicos”, explica Vignolo. Los festejos tienen un cupo de hasta 30 niñas y niños.

Las familias son las encargadas de llevar la comida, que se adecúa a una lista de recetas saludables que acerca la Estación

Fotos: Alberto Raggio / GCBA

La inscripción se hace desde la web de la Secretaría de Bienestar Integral. Los cumpleaños se pueden festejar durante el desayuno, de 10 a 12 horas; el almuerzo, de 12.30 a 14.30; o la merienda, de 15 a 17. “También nos interesa promover el festejo en un espacio público y al aire libre”, señala la nutricionista. Cuando llueve, se reprograma.

Concientizar a las familias sobre la problemática de la nutrición infantil es el otro fin de la iniciativa. Por eso, las familias son las encargadas de llevar la comida. Todo es parte de una lista de recetas saludables que la Estación acerca al momento de acordar una fecha y horario para el cumpleaños. Vignolo aclara: “No se trata de llevar lo sano al extremo, sino de evitar los ultraprocesados y saber qué se está comiendo”.

Es decir, no hay panchos o hamburguesas, ni gaseosas o alimentos fritos. La nutricionista completa: “Nada que tenga exceso de azúcares simples, sodio o grasas saturadas”. La torta es lo único libre del menú. “Y la experiencia con los chicos es buena porque prueban y se sorprenden con la mesa, que es diferente a lo que están acostumbrados a encontrarse”, cierra Vignolo.