Lunes 18 de Febrero de 2019

Día internacional del Síndrome de Asperger

El Síndrome de Asperger es una variante del neurodesarrollo y está incluido dentro de los Trastornos del Espectro Autista.

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Desde 2007, cada 18 de febrero se celebra el día Internacional del Síndrome de Asperger, en conmemoración a la fecha de nacimiento de Hans Asperger (1906-1980), el psiquiatra austríaco que describió el cuadro. El objetivo es dar visibilidad y promover la acción política y social para la reivindicación y promoción del ejercicio de los derechos de las personas con Síndrome de Asperger y sus familias.

El Síndrome de Asperger es una variante del neurodesarrollo caracterizada por una marcada dificultad para comprender el propio mundo emocional y el de los otros.

Se asocia con escasa flexibilidad del pensamiento y el comportamiento y un repertorio restringido de intereses. Estas características, que podrían ser interpretadas como rasgos de personalidad en algunos individuos, comprometen significativamente el desempeño social de la persona y su autonomía.

Las personas con Síndrome de Asperger pueden tener un grado de inteligencia normal, o incluso superior.

Se considera un trastorno cuando la severidad de los síntomas amerita un tratamiento que haga más amena su vida en sociedad y reduzca el grado de insatisfacción que puede ocasionar su soledad o falta de adaptación.

En las clasificaciones actuales, el Síndrome de Asperger está incluido dentro de los Trastornos del Espectro Autista. Puede asociarse a otros trastornos del desarrollo o cuadrospsiquiátricos como la depresión o el trastorno obsesivo compulsivo.

Afecta mayoritariamente a los varones, aunque en las mujeres puede ser más difícil sospecharlo.

La importancia de reconocer tempranamente las señales de alerta en el desarrollo permite dar rápidamente un tratamiento que mejore el desempeño y la autonomía.

Señales de alerta de Síndrome de Asperger:

  • Dificultades para la interacción social y relaciones sociales limitadas.
  • Desean relacionarse, pero no saben cómo hacerlo.
  • Suelen tener intereses y actividades restringidas, rígidas, sistemáticas y repetitivas.
  • Tienen intereses muy concretos sobre los que acumulan mucha información y dedican mucho tiempo, y convierten en tema principal de sus conversaciones.
  • Les cuesta adaptarse a los cambios, las situaciones novedosas o poco previsibles.
  • Pueden ser extremadamente sensibles a algunos estímulos del ambiente: ruidos, luces, olores, sabores.
  • Algunas personas con SA muestran retraso motor y torpeza en sus movimientos.
  • Son muy literales: no suelen comprender los chistes o dobles sentidos.
  • No suelen mirar a los ojos cuando hablan y realizan pocos gestos con el rostro.
  • Les cuesta comprender expresiones faciales y gestos.
  • Tienen dificultad para comprender las reglas sociales: esperar turno, saludar, dar las gracias, guardar distancia al conversar.
  • Algunas personas con SA hablan mucho, en un tono alto y peculiar, y usan un lenguaje extremadamente formal y con un extenso vocabulario, que puede parecer pedante.

Algunos testimonios de pacientes atendidos en el Hospital Gutiérrez:

“Entonces no estoy loco” dice Jerónimo.
Andrea, la mamá de Jerónimo de 14 años, a quien se le diagnóstico TEA de tipo Asperger cuenta que: “me pidió que lo traiga al hospital porque él se sentía raro, distinto. Desde chico lo vemos así pero no sabíamos cómo ayudarlo. Su interés por la historia a desde los 9, su forma formal de hablar, solitario y desapegado. Ahora me entero que creía que estaba loco. Agradezco al Hospital porque ahora vamos a poder ayudarlo, a partir de entender de que se trata lo que le pasa y por qué es distinto al resto en su forma de ver las cosas.”

“Tener el diagnóstico cambió a toda la familia. Fue un recorrido muy largo hasta llegar a saber qué le pasaba. Teníamos muchos problemas para relacionarnos con él, para llegarle. En el colegio también hay muchos problemas con los pares, no tiene amigos, lo cargan por como habla. Consultamos en el Hospital de Niños. Tuvimos un diagnóstico de Asperger y orientación en cuanto a los apoyos que podemos brindarle, contención. Puedo decir que ahora se lo ve más feliz. Es importante contar que el diagnóstico, no fue una tragedia sino un cambio para mejor para todos.” Julia mamá de Martín de 12 años Diagnosticado con TEA de tipo Asperger.