La convivencia interreligiosa en la Ciudad

Comentario de Juan Ignacio Maquieyra, subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales, sobre la convivencia de diferentes cultos en la Ciudad de Buenos Aires.

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Las oportunidades generadas por la incorporación de derechos sociales y derechos políticos participativos son el resultado de años de lucha, concientización y respeto por las minorías. La adquisición de derechos iguala. Igualar significa necesariamente integrar.

La protección del derecho a la libertad de culto es una de las cuestiones más importantes a la hora de hablar de progreso e integración social.

En la ciudad de Buenos Aires coexisten 1307 cultos, de acuerdo al Registro Nacional de Cultos. En el Registro figuran aquellas entidades religiosas nucleadas en instituciones, organizaciones y asociaciones que posean ciertas características comunes detalladas dentro de la normativa vigente (Resolución de la Secretaría de Culto de la Nación Nº 107/14.2).

Si queremos definir a un culto como una cosmovisión religiosa con actos litúrgicos individuales y colectivos en un marco doctrinal sistematizado y estructurado, encontramos 11 cultos subdivididos en distintas ramas y grupos diferenciados. El Católico Apostólico Romano, el Budismo y el Judaísmo son los principales representantes de este conjunto.

La Ciudad apoya y acompaña a las expresiones religiosas de los vecinos

Compartimos con las comunidades religiosas sus fechas festivas y participamos en actividades realizadas por las instituciones religiosas en el ámbito de la promoción educativa, cultural y social. Además, tenemos iniciativas como el Programa de Visitas Guiadas a lugares de Culto.

Decidir sobre nuestra vida espiritual es un derecho y el proceso de consolidación de este derecho debe ser construido entre todos. La no discriminación, la predisposición al diálogo y el respeto por la diversidad son aspectos fundamentales en el camino hacia la comprensión religiosa.

Nos proponemos forjar un compromiso ciudadano para abrazar a todos los cultos de la ciudad, integrarlos y garantizarles el pleno ejercicio de sus derechos y libertades.