Catedral Metropolitana de Buenos Aires

Av. Rivadavia 437

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La Catedral Metropolitana de Buenos Aires es una de las obras arquitectónicas con valor patrimonial incluidas en el programa de restauración e iluminación de fachadas del Plan Microcentro, que busca revitalizar el área central metropolitana.

El edificio actual fue inaugurado en 1852, cien años después del inicio de su construcción definitiva, según el proyecto del italiano Antonio Masella y el del arquitecto francés Próspero Catlín, responsables del interior y de la fachada respectivamente.

La idea de fundar la iglesia mayor data de la época de la fundación de Buenos Aires por Juan de Garay quién, en 1580, destinó para ese fin el cuarto de manzana que ocupa hoy la catedral metropolitana. Desde aquel momento existieron diferentes construcciones en ese solar, las que por distintos motivos (inundaciones, incendios, precariedad de los materiales y problemas de financiamiento) no sobrevivieron.

El edificio definitivo se realizó en dos grandes etapas, la primera entre 1752 y 1791 que concluyó con el interior pero dejó la fachada a medio construir, y la segunda entre 1822 y 1852, durante la que se agregó el pórtico de acceso.

El interior presenta cinco naves neorrenacentistas, la central cubierta por una bóveda de cañón corrido, y un crucero cubierto por una cúpula de tambor circular que alcanza los 41 metros de altura.

El pórtico, de estilo neoclásico, es una réplica del frontis del Palacio Borbón de París. Consta de un frontis y de doce columnas que representan a los Apóstoles. La ornamentación del frontis y el orden arquitectónico de las columnas quedó sin definir hasta que el escultor francés José Dubourdieu preparó los capiteles corintios y realizó el bajorrelieve del tímpano, trabajos concluídos hacia 1863. El bajorrelieve del frontispicio representa el encuentro de José con su padre Jacob y sus hermanos en alusión al encuentro de los argentinos después de la batalla de Pavón en 1861.

El eje de la puesta en valor de la fachada, concluída en 2013, en ocasión del Sesquicentenario de la inauguración del alto relieve de la fachada, fue la restauración del póritco de acceso. Se proyectó además la iluminación arquitectónica de la fachada que resalta los elementos característicos del edificio, con el fin de enfatizar la obra en su totalidad y brindarle un perfil renovado al espacio público.

Masella, Antonio (1700-1774)

Maestro de obras, nacido en Turín, no era arquitecto de profesión pero por su capacidad técnica la Corte de Turín lo habilitó para el ejercicio de la profesión. Llegó a la Argentina alrededor de 1744. Fue contratado por diversas órdenes religiosas y participó en la construcción de la mayoría de las obras promovidas por ellas durante el período virreinal.

Catelín, Próspero (1764-1842) Arquitecto e ingeniero francés. Llegó al país en 1817. Cumplió relevantes tareas durante la administración de Rivadavia y fue en una de las figuras más importantes de la renovación arquitectónica neoclásica en el Río de la Plata. Su obra pública, realizada en un corto pero intenso período, está centrada en la materialización de los dos edificios más significativos de la época: La Sala de Representantes y el Pórtico de la Catedral Metropolitana.

Dubourdieu, Joseph Escultor francés. Además del bajorrelieve, realizó para la Pirámide de Mayo la escultura de la República, ubicada en la punta, y otras cuatro para la base que representaban a la Industria, el Comercio, las Ciencias y las Artes.

Nivel de protección edilicia según el Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Protección integral: se encuentran afectados a este nivel aquellos edificios de interés especial cuyo valor de orden histórico y/o arquitectónico los ha constituido en hitos urbanos, que los hace merecedores de una protección integral.

Para más información: Plan Microcentro

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