Caminito que todas las tardes feliz recorría cantando mi amor...
"Caminito", canción. 1926. Juan de Dios Filiberto y Gabino Coria Peñaloza.
La canción que representa, en el imaginario popular, a este paseo de la Ciudad de Buenos Aires, posee una letra que, curiosamente, no está inspirada por él, sino por el Caminito de Olta, en la provincia de La Rioja, un antiguo sendero rural, cerca de donde vivía su autor, Gabino Coria Peñaloza. Fue la música, a cargo de Juan de Dios Filiberto, compositor porteño, la que se inspiró explícitamente en el Caminito de La Boca, sumando a la poesía rural el sabor urbano del tango. Entre ambas visiones artísticas, se creó una pieza musical que además de bella y melancólica, nos lleva a pensar inmediatamente en ese pequeño y colorido recorrido a orillas del Riachuelo.
El otro nombre insoslayable al hablar del lugar es el de Benito Quinquela Martín, el popular pintor autodidacta cuya visión artística se inspiraba en la actividad portuaria del barrio. Hombre de La Boca y del puerto, fue él quien, encabezando a un grupo de vecinos y vecinas, luchó por recuperar esa zona de vía de tren abandonada, hasta que, finalmente, en 1959, el gobierno municipal levantó allí una calle museo, usando el nombre que le había impuesto el tango.
Originariamente fluía por allí un arroyo que desembocaba en el Riachuelo, y que debía cruzarse por un pequeño puente -Puntin en dialecto genovés o xeneize-. En el año 1866 se construyó un ramal ferroviario de cargas entre la Estación General Brown y la Estación Muelles de la Boca. En 1898 la empresa Ferrocarril del Sud compró la anterior, clausurando el servicio en 1928. Posteriormente la vía se convirtió en un sendero natural, conocido en el barrio como "La Curva", que fue deteriorándose hasta que, como ya contamos antes, la intervención del grupo de Quinquela rescató y puso en valor el espacio.
Actualmente, el sendero se extiende de este a oeste, formando una curva de unos 150 metros, atravesando en forma diagonal una manzana limitada por las calles Araoz de Lamadrid, Garibaldi, Magallanes y Del Valle Iberlucea. El paseo se integra con la rambla que bordea el Riachuelo, con sus buques abandonados, y sus puentes de hierro. Por su parte, el Museo de Arte al aire libre Caminito ya forma parte del circuito turístico y cultural de La Boca, junto con otros sitios como el Teatro de la Ribera, el Museo Benito Quinquela Martín y la Fundación Proa.
A lo largo de la calle museo, podemos encontrar algunas de las siguientes obras artísticas:
- "Herrero boquense", de Marisa Balmaceda Krause (n. 1913)
- "Guardia vieja - Tango", de Israel Hoffmann (1876-1971)
- "Santos Vega", de Luis Perlotti (1890 - 1969)
- "Regreso de la pesca", de Benito Quinquela Martín (1890 - 1977), realizada en cerámica por Ricardo Sánchez
- "Día del Trabajo", Benito Quinquela Martín (1890 - 1977), realizada en cerámica por Ricardo Sánchez
- "Elevando anclas", de Julio Vergottini (1905 - 1999)
- "Fragata Sarmiento", de Angel Eusebio Ibarra García (1892-1972)
- Busto de Juan de Dios Filiberto (autor de la música del tango "Caminito"), de de Luis Perlotti;
- Busto de Gabino Coria Peñaloza (letrista del tango "Caminito") por Euzer Díaz
Vecinos y vecinas de la Ciudad pueden descubrir y redescubrir este colorido paseo peatonal, en cuyo recorrido, además de una excelente oferta gastronómica, acerca pinturas, artesanías, esculturas, relieves y murales en piedra, cemento y cerámica, con temas alusivos a nuestra cultura popular, especialmente relacionada con el barrio, la inmigración italiana y la música urbana, donde además es común encontrarse con parejas que, acompañados con guitarras y bandoneones, deslumbran a visitantes al compás de una milonga o un tango.
