Viernes 14 de Febrero de 2014

Una tarea de amor

Entrevistamos a Isabel de Estrada, periodista, escritora, fundadora de Fundación Zorba y apasionada por los animales. Esta es su historia.

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Isabel nació en 1962 en Buenos Aires y es periodista especializada en arquitectura y decoración. Sus notas han sido publicadas en libros y revistas en más de veinte países de todo el mundo como The world of Interiors (Inglaterra) Vogue (Italia, España, Brasil) AD (España, Alemania, México, Rusia), Elle (España, Argentina, Italia, Francia) entre muchas otras. Fue colaboradora de la Revista de La Nación, D&D, Barózon entre otras en nuestro país.

¿Cómo ocurre que una periodista y diseñadora se interese tanto por los animales? Hace 10 años me fui a vivir al campo pero seguía trabajando en Buenos Aires y cada día veía galgos caminando al costado de la autopista. Un día , levanté una: Almendra. Siempre tuve admiración por los galgos, sobre todo a partir del libro de Sara Gallardo, “Los galgos, los galgos”.

Así, Isabel integró su preocupación por los galgos a su vida cotidiana y tras años de trabajar como voluntaria en sociedades protectoras y refugios, comenzó dio vida a su propia fundación. La Fundación Zorba es una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo recuperar animales y encontrarles un nuevo hogar. “El fin es educar desde una propuesta de belleza. Yo creo en esto. Por eso tratamos de buscar artistas y vender sus obras para financiarnos. Los animales y la belleza están relacionados, ellos son la perfección más absoluta.”, asegura. “La gente no sabe que los galgos son excelentes perros de compañía, muy afectuosos. Un ejemplo de esto es la historia de Steve Wolf de Arizona, Estados Unidos y su galga Comet, quien lo ayudó a sobrellevar una durísima enfermedad”, nos cuenta Isabel.

Con la intención de aunar estas dos pasiones: el arte y el proteccionismo, Isabel publicó en el 2012 “Perros sin collar”, un libro que apunta a conmover y a despertar espíritus sensibles a través de fotos de perros a la intemperie.

“Lo que hago por los animales se debe a mi gran amor hacia ellos, pero también lo hago como ciudadana. No creo que nadie pueda pasar por al lado de un perro maltratado sin que se le mueva una fibra. Es una lucha personal, una tarea de amor”.