Martes 10 de Marzo de 2015

Un pastor en medio de la guerra

El padre Jorge Hernández, misionero argentino, se encuentra en Gaza, a donde el Papa le hizo llegar este mensaje: "Los acompaño con mi oración y cercanía. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Un abrazo. Fraternalmente, Francisco".

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"He recibido noticias a través del Padre Mario Cornioli. Estoy junto a vos y a las hermanas y a toda la comunidad católica”, le aseguró el Papa en el mensaje que le envió al párroco de Gaza, padre Jorge Hernández, misionero argentino del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) y a su comunidad. "Los acompaño con mi oración y cercanía. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Un abrazo. Fraternalmente, Francisco", agregó en el breve texto publicado en el sitio del IVE.

La hermana Laudis, religiosa del IVE actualmente en Beit Jala después de salir de Gaza, dijo a la agencia Fides que “el padre Jorge tradujo el texto al árabe para darlo a conocer a todas las familias. Todos han sido tocados y reconfortados en este momento terrible que estamos experimentando”.

Contacto con los presidentes de Israel y Palestina

El Papa también se comunicó por teléfono con los presidentes de Israle y Palestina, Shimon Peres y Mahmoud Abbas, respectivamente. Con ambos pudo compartir "sus gravísimas preocupaciones por la situación actual del conflicto que afecta de forma particular a la Franja de Gaza y que, en un clima de creciente hostilidad, odio y sufrimiento por los dos pueblos, está sembrando numerosas víctimas y dando lugar a una situación de grave emergencia humanitaria".

Cuadro de situación

La ofensiva terrestre del ejército israelí en la Franja de Gaza, concentrada en la parte norte de la Franja de Gaza, estuvo acompañada por la intensificación durante la última noche de bombardeos aéreos y navales también en la ciudad de Gaza.

La pequeña parroquia católica de Gaza, dedicada a la Sagrada Familia, está totalmente sumergida por la emergencia humanitaria provocada por la intervención militar.

El presbítero Hernández recibió a numerosos grupos de familias en los locales de la escuela que huyeron de sus hogares ubicados en las zonas bombardeadas, y desde esta mañana se dedica a la búsqueda de agua y alimentos para los desplazados.

“He hablado con las familias de la parroquia”, dijo la hermana Laudis, “todo el mundo me ha dicho que no han pegado ojo en toda la noche por los bombardeos. Las casas temblaban, los niños lloraban”.