Las mujeres del taller de Sabores sin Fronteras fueron las primeras en abrir la jornada cultural de la Subsecretaría de Hábitat e Inclusión pasadas las cuatro de la tarde. En el Corredor Saludable Papa Francisco, sobre avenida Perito Moreno y a metros del NIDO 1-11-14, montaron su cocina portátil y sus ollas para comenzar a preparar su receta: la Carapulca.
El plato llevaba pollo, papa disecada, maní triturado, cebolla... y a medida que calentaba el aceite los aromas ya se sentían entre los vecinos que se acercaban a la celebración. Mientras tanto, Rocío Mazuelos, vecina del barrio, recitaba la receta del plato más antiguo de las sierras de Perú.
“Para que los platos salgan ricos, el secreto no es cocinar con muchos condimentos: el secreto es cocinar con amor, con cariño”, dijo Zoyla Waiman, vecina del barrio y participante del taller de Sabores sin Fronteras.
Mientras el atardecer teñía de luces el Corredor Saludable Papa Francisco de Villa 1-11-14, la comunidad se puso de pie para dar ritmo a la jornada con clases abiertas de salsa y bachata. Para los más tímidos, la profesora dictó unos conceptos básicos, para que cada uno pudiera tomar su pareja y bailar al ritmo de la música.
Los platos ya estaban servidos y fueron muchos los que se animaron a probar la Carapulca recién salida del fuego. Después llegó la hora de los bailes originarios de Bolivia y los tambores de la batucada de los chicos de Bajo Flores Alto Swing coronaron la fiesta. Mientras sonaba la banda, hubo bailes hip hop y malabares con fuego.
