En el marco de los debates por el desarrollo del nuevo Código Urbanístico de la Ciudad , el prestigioso especialista en ambiente urbano Salvador Rueda brindó una charla en el auditorio de Casa de Gobierno bajo el título “Las supermanzanas, base del modelo funcional, urbanístico y social de una ciudad”. Ante más de 300 vecinos, académicos y especialistas, Rueda, que actualmente se desempeña como Director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, subrayó la importancia de la reorganización de las ciudades para el futuro, del espacio público a la hora de construir ciudadanía y convivencia, y del concepto de “supermanzanas” para pensar el diseño de los nuevos desarrollos urbanos.
“Nuestro futuro depende de cómo organicemos las ciudades”, señaló Rueda en el comienzo de su exposición al destacar la creciente urbanización de la población mundial, precisando que se estima que para 2050 el 75% los habitantes del mundo vivirán en ciudades. “La Ciudad es el ecosistema más complejo creado por la especie humana. Hay que incorporar a la toma de decisiones y la planificación modelos transdisciplinarios que nos permitan navegar y encontrar soluciones para esa complejidad”, expresó el expositor.
En ese marco, subrayó la importancia del espacio público como elemento central en las ciudades: “El espacio público es lo que nos hace ciudadanos, lo que nos hace convivir”, aseguró, y puntualizó la necesidad de incorporar los principios y objetivos del urbanismo ecosistémico, entre ellos: reducir el consumo del suelo incrementando la proximidad de las personas; garantizar el acceso a la ciudad a través del transporte público; impulsar la habitabilidad del espacio público; e incrementar la superficie verde y la biodiversidad urbana.
Finalmente, Rueda explicó que una de las soluciones para maximizar el uso del espacio público es a través del modelo de supermanzanas, nombre como se conoce a las áreas urbanas de entre 16 y 20 hectáreas conformadas por varias manzanas en las que se pone el foco en el peatón. Son áreas en las que las avenidas exteriores concentran los ómnibus, automóviles y bicicletas, mientras que en las interiores se libera el espacio al priorizar al peatón y la bicicleta y se reduce la velocidad del tránsito a un máximo de 10 km/h. “La supermanzana es el mínimo ecosistema urbano donde se maximizan los objetivos de una ciudad más sostenible. Al extenderse en red por toda la ciudad, minimiza el tiempo medio de viaje”, afirmó, y añadió que éstas “integran de la manera más eficiente el conjunto de redes de transporte y la red verde, garantizando la funcionalidad del sistema”.
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