Miles de personas disfrutaron de la novena edición del emblemático encuentro que transcurrió sobre la Calle Corrientes. Los porteños coparon la avenida mientras escucharon charlas de destacados autores, rodeados de libros que fueron los grandes protagonistas de esta celebración. Alex Ubago, el consagrado artista español, cerró la noche, y deslumbró a los fans con el Obelisco de fondo. También estuvieron como invitados en el show Ale Sergi y Cachorro López.
La apertura estuvo a cargo del Ministro de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad, Andy Freire, y Diego Radivoy, Director General de Industrias Creativas de la Ciudad. “Nuestra querida Buenos Aires es la ciudad con más librerías del mundo y también por habitante”, resaltó Andy Freire. Además, destacó la importancia del valor de la lectura y celebró el crecimiento que experimentó la carrera de Edición en los últimos años.
“Luego de dos años sin hacerse, sentíamos que La Noche de las Librerías tenía que volver con más fuerza, y por eso le cambiamos la imagen, agregamos más livings, diversificamos los contenidos editoriales, ampliamos la agenda de oradores e ideamos un show de cierre que convocara a todos. Superamos nuestras metas y los vecinos respondieron con su presencia, excediendo nuestras propias expectativas y alcanzando un récord histórico de visitantes. Según nuestras estimaciones estamos arriba de 100.000 personas que se acercaron y disfrutaron de esta fiesta de la cultura”, afirmó Diego Radivoy.
Desde las seis de la tarde hasta la madrugada, cada calle fue testigo de situaciones diversas y mágicas. Los porteños participaron de actividades junto a escritores, libreros, bloggers y booktubers, músicos, periodistas y más. María O´Donnell, Eduardo Sacheri, Daniel Balmaceda, Axel Kuschevatzky, Chavo Fucks y Estanislao Bachrach fueron algunas de las personalidades que formaron parte de los livings que vestían a la Calle Corrientes. También hubo juegos y concursos literarios: desde una búsqueda del tesoro para los más chicos hasta un espacio en el que ilustradores dibujaban tapas de libros en el momento, retratando postales de una noche única.
