Martes 13 de Mayo de 2014

"Misericordia y misericordia"

Fue lo que pidió Francisco la misa de ordenación de trece nuevos sacerdotes: 6 italianos, 4 procedentes de diversos países de América Latina, uno de Pakistan, uno de Corea del Sur y uno de Vietnam. "Lean y mediten con asiduidad la palabra del Señor", les dijo.

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Video: Gentileza Romereports



El Papa presidió en la basílica de San Pedro la misa de ordenación de trece nuevos sacerdotes: 6 italianos, 4 procedentes de diversos países de América Latina, uno de Pakistan, uno de Corea del Sur y uno de Vietnam. Francisco, que añadió algunas reflexiones personales al Rito de Ordenación, invitó a los presbíteros a no cansarse nunca de ser misericordiosos, recordándoles, además, que "no son los dueños de la doctrina porque ésta pertenece a Cristo."

“Ustedes, que serán promovidos al orden del presbiterado -dijo- consideren que ejerciendo el ministerio de la doctrina sagrada serán partícipes de la misión de Cristo, único maestro. Dispensen a todos esa Palabra que ustedes mismos recibieron con alegría de sus madres, de sus catequistas. Lean y mediten con asiduidad la palabra del Señor para creer en lo que han leído, enseñar lo que aprendieron en la fe, vivir lo que enseñan.”

“Que el alimento para el Pueblo de Dios sea su doctrina, que no es suya: ¡no son ustedes los dueños de la doctrina! Es la doctrina del Señor y ustedes deben ser fieles a la doctrina del Señor para que con la palabra y el ejemplo edifiquen la casa de Dios que es la Iglesia.”

“Con el Bautismo agregarán nuevos fieles al Pueblo de Dios; con el sacramento de la Penitencia perdonarán los pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia. Y aquí -añadió- quiero detenerme y pedirles: Por el amor de Jesucristo, ¡no se cansen nunca de ser misericordiosos, por favor! Tengan la capacidad de perdón que tuvo el Señor, que no vino a condenar, sino a perdonar."

“¡Tengan misericordia! Y si sentís el escrúpulo de ser demasiado ‘perdonadores’, piensen en aquel santo sacerdote del que ya les hablé, que iba ante el tabernáculo y decía: “Señor, perdóname si perdoné demasiado. Pero fuiste tú el que me dio mal ejemplo”.

En la familia se aprende a amar y a reconocer la dignidad de todas las personas, especialmente a las más débiles.

— Papa Francisco (@Pontifix_cl) May 9, 2014



“Y les digo de verdad: Me duele tanto cuando me encuentro con gente que ya no va a confesarse porque las trataron mal, les riñeron. Sintieron que les cerraban la puerta en la cara. Por favor, no lo hagan: misericordia y misericordia. El buen pastor entra por la puerta y la puerta de la misericordia son las llagas del Señor: Si no entran en su ministerio a través de las llagas del Señor, no serán buenos pastores.”

Por último, el Papa, citó a San Agustín, cuando hablaba “de los pastores que querían gustarse a sí mismos, que usaban las ovejas del Señor como comida, para vestirse, para revestirse de la majestad de un ministerio que no se sabía si era de Dios. “Participen en la misión de Cristo, cabeza y pastor, en comunión filial con su obispo, empeñarse en unir a los fieles en una sola familia, para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Tengan siempre ante sus ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido sino para servir y para buscar y salvar lo que estaba perdido.”

Fuente: Aica