Lunes 10 de Julio de 2023

Las Marías y sus museos. María Pinto y María Luz Seghezzo

Inauguración 15 de julio, 13:00h - Sala Victorica

El Museo Benito Quinquela Martín presenta la exposición “Las Marías y sus museos”, con obras de María Pinto y María Luz Seghezzo.

En palabras de Ana Aldaburu, “con sus poéticas, las Marías desafían el carácter acabado de esa “teología del arte” que las obras de la tradición representan para traerlas a nuestra época y dinamizarlas. Mundo de apariencias que sigue apostando a la pintura-pintura y es testigo de la condición poshumana que atravesamos.”

La muestra podrá visitarse hasta el 3 de septiembre en las salas del museo.

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Las Marías y sus museos                                                                                                       

Toda belleza implica un método.

 Paul Valéry

 

¿Cómo habérselas con la tradición? Cuando  Paul Valéry, en “El problema de los museos”, ofrece salidas a su inercia y a su peso, “con algo de templo y de salón, de cementerio y de escuela”, sugiere dos alternativas: o volverse superficial o volverse cita erudita. Hay otra: volverse versión. Es la propuesta de “Las Marías y sus museos”, que jugando con las prácticas del coleccionismo, trazan su propio camino,  lo reciclan, o al modo nietzscheano, lo transvaloran.

María Pinto  transforma piezas emblemáticas  de  la historia del arte en una serie enlazada por el encastre de esos muñequitos de producción masiva  ̶play-mobils y barbies̶ , donde lo “vivo” humano y no humano de los personajes  queda desplazado. A la manera de una metonimia, los  convierte en juguetes, a través de una operación conceptual que coloniza la tradición y presenta los dilemas del mundo de la técnica con la ambigüedad de toda imagen,  para construir pictóricamente un nuevo problema. El extrañamiento que se produce nos interpela, ¿fuimos siempre muñecos o es la condición que nuestra época hace retrospectiva convirtiendo en artefacto todo lo que toca, como una reina Midas de la tecnociencia? 

María Luz Seghezzo se apropia de otro modo: aísla un personaje, una pose, un paisaje, para trasladarlos a sus climas, a sus escenas. Crea plásticamente una sinécdoque: con deliberadas ausencias, con despojamientos, su barrido mantiene la referencia a la obra. Los paneles son planos de color, el espacio es virtual; los personajes donde toda emocionalidad es contenida, encubierta, tienen algo destinal, algo de marionetas a la manera del Gran Teatro del mundo de Calderón de la Barca. Mundos confinados que abren el espacio de la representación como representación.  Surge una pregunta: ¿de qué se vuelven signo estas variaciones del encuadre, este paso a la presentación?

Con sus poéticas, las Marías desafían el carácter acabado de esa “teología del arte” que las obras de la tradición representan para traerlas a nuestra época y dinamizarlas. Mundo de apariencias  que sigue apostando a la pintura-pintura y es testigo de la condición poshumana que atravesamos.

 Ana Aldaburu