Lunes 26 de Enero de 2015

“La unidad de los cristianos se hace caminando”

El Papa presidió la celebración de las segundas vísperas con la presencia de los representantes de otras Iglesias y comunidades eclesiales presentes en Roma. "Muchas controversias entre los cristianos pueden superarse tratando de comprender lo que nos une", dijo Francisco.

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Fuente: Rome Reports Español
 

El Santo Padre presidió la celebración de las segundas vísperas en la solemnidad de la Conversión de San Pablo para clausurar la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos cuyo tema este año fue “Dame de beber”. La ceremonia se llevó a cabo en la basílica de San Pablo Extramuros.
 

El rito contó con la presencia de los representantes de otras Iglesias y comunidades eclesiales presentes en Roma y concluyó con la bendición apostólica.
 

"Muchas controversias entre los cristianos, heredadas del pasado, pueden superarse dejando de lado cualquier actitud polémica o apologética, y tratando de comprender juntos en profundidad lo que nos une, es decir, la llamada a participar en el misterio del amor del Padre, revelado por el Hijo a través del Espíritu Santo", dijo el Papa Francisco en su homilía de las Vísperas en la Basílica de San Pablo.
 

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Fuente: The Vatican en español
 

La unidad de los cristianos, estamos convencidos, no será el resultado de refinadas discusiones teóricas, en las que cada uno tratará de convencer al otro del fundamento de las propias opiniones. Vendrá el Hijo del hombre y todavía nos encontrará discutiendo. Debemos reconocer que, para llegar a las profundidades del misterio de Dios, nos necesitamos unos a otros, necesitamos encontrarnos y confrontarnos bajo la guía del Espíritu Santo, que armoniza la diversidad y supera los conflictos, reconcilia las diversidades.
 

El Pontífice subrayó que la búsqueda de la unidad de los cristianos no puede ser prerrogativa sólo de alguna persona o comunidad religiosa particularmente sensible a esta problemática.
 

El conocimiento mutuo de las diferentes tradiciones de vida consagrada, y un fecundo intercambio de experiencias, puede ser útil para la vitalidad de todas las formas de vida religiosa en las diversas Iglesias y Comunidades eclesiales”.
 

“Queridos hermanos y hermanas -concluyó- hoy nosotros, que estamos sedientos de paz y fraternidad, invocamos con corazón confiado que el Padre celestial, por medio de Jesucristo, único Sacerdote y mediador y la intercesión de la Virgen María, el apóstol Pablo y todos los santos, nos dé el don de la plena comunión de todos los cristianos, para que pueda brillar “el sagrado misterio de la unidad de la Iglesia”, como signo e instrumento de reconciliación para el mundo entero”.
 

Fuente: AICA