Esta obra contempló la puesta en valor de veredas, la incorporación de superficie absorbente con nueva vegetación, colocación de baldosas graníticas, instalación de postas aeróbicas y nuevos sectores de estar. Además se realizó la nivelación de un tramo de la calle Emilio Lamarca para la creación de un patio de juegos e incorporación de arbustos, herbáceas y gramíneas.
Villa Santa Rita era el único barrio de la Ciudad de Buenos Aires que no contaba con su propia plaza.