Esta muestra, que concluyó el 14 de diciembre, estuvo a cargo de Alicia Pasqualini y Araceli Laviano, quienes usaron como eje la amistad que une a las dos artistas plásticas expositoras.
Ambas forman parte del taller de Ricardo Celma, un pintor hiperrealista que fue noticia hace algunos meses por haber sido quien restituyó la máscara mortuoria de Benito Quinquela Martín, que fue robada del depósito del museo de La Boca y posteriormente vendida por Internet. Las características de Celma se pueden encontrar en algunos de los cuadros de esta muestra que sin lugar a dudas llega para movilizar todos los sentidos.
Como músico invitado participó la pianista y concertista Albertina Eugenia de Tobillas, quién cerró su muestra, Magia Ancestral, para darle paso a esta exposición.