Miércoles 16 de Enero de 2013

Historias de mi Comuna: Monumento El Resero

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¿Viste el monumento El Resero, el que está frente al Mercado de Hacienda de Liniers? ¿Sabías que fue hecho en un atelier en Recoleta y luego exhibido durante más de un año frente al Palais de Glace? ¡Increíble!

En 1929 el intendente José Luis Cantilo le encargó al escultor Emilio Sarguinet una estatua ecuestre de un gaucho resero para colocar en el Mercado de Liniers, en Mataderos. Una mezcolanza de barrios. Esto se debe a que Liniers originariamente era una localidad más populosa que sus alrededores y su influencia llegaba hasta Mataderos y su mercado o hasta Ciudadela y sus cuarteles.

Don Emilio Sarguinet viajó a Ayacucho, provincia de Buenos Aires. Al haras de la familia Solanet, reconocidos criadores de caballos criollos. En la estancia El Cardal, pudo empaparse de información sobre nuestros petizos criollos.

Al volver a Buenos Aires trabajó durante meses en un taller en la calle Juncal y Uriburu, en el barrio de Recoleta. Una vez tomados los primeros apuntes en "El Cardal”, Sarniguet realizó los bocetos iniciales. Armó luego el esqueleto de madera sobre el que modeló la arcilla, con la que fue redondeando las formas del armazón. Sobre él, hizo después el patrón de yeso de la estatua, último paso previo a la preparación de los moldes. Finalmente, sólo le restaba vaciar el bronce para darle forma definitiva al monumento. Si te acercás, podés ver en la base la firma del escultor y la fecha de creación de la obra.

El 21 de septiembre de 1932 se presentó el Gaucho Resero en el XXII Salón Nacional. Se expuso sobre la entrada de la calle Posadas porque era tan grande que fue imposible hacerlo entrar. La obra obtuvo el primer premio.

Después de casi un año y medio de estadía en Posadas y Schiaffino, el Resero de Sarguinet fue trasladado a Mataderos, al frente del Mercado de Liniers. Llegó pocas horas antes del 25 de mayo de 1934, fecha en la que se realizó una magnífica fiesta patria. Sarguinet estuvo presente en los festejos.

El Gaucho Resero de Emilio Sarguinet alcanzó su más alta popularidad entre 1963 y 1968 cuando fue utilizado como grabado de la cara de las monedas de 10 pesos. La acuñación generó un debate. Hubo quienes hacían notar que tanto las monedas como la escultura contenían un error: el moro tenía su mano y su pata derecha hacia adelante y sus dos zurdas hacia atrás.

Los críticos apuntaban que bastaba ver el movimiento de cualquier caballo para entender que es cruzado, ¡pero se equivocaron! El escultor tuvo en cuenta que los reseros acostumbraban usar los pasucos, que mueven la mano y la pata del mismo lado para que su andar sea más reposado y eso le permite al jinete viajar descansado y hasta dormir mientras marcha. Tan fiel fue la representación del caballo que mereció un elogio de don Manuel Güiraldes, ¡padre de Ricardo, el autor de Don Segundo Sombra!, expresidente de la Sociedad Rural Argentina e importante hacendado bonaerense.

El Resero fue el primer monumento que tuvo el barrio de Mataderos. Como los más chiquitos se subían al caballo, primero se elevó la plataforma del monumento y, luego en 1995, fue necesario enrejarlo.

Rebuscá en tus arcones una monedita de $10 de 1968 y llevala con vos cuando vayas a conocer la escultura ¡Te vas a sorprender!

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