Olavarría 3240
El perfume de las flores provoca enamoramientos espontáneos y fulminantes. Una embriaguez que evoca recuerdos y esperanzas. En la ciudad de Buenos Aires hay un rincón que reúne primaveras eternas. Este lugar es el Mercado de las Flores.
El 19 de noviembre de 1940, treinta y dos floricultores de origen japonés fundaron la Cooperativa Argentina de Floricultores Limitada. Durante su desarrollo institucional, hubo aportes de inmigrantes de diversas nacionalidades, especialmente portugueses, italianos y españoles.
La Cooperativa comenzó a operar en la calle Leandro N. Alem al 1422, en el Mercado de Concentración de Floricultores. En 1947 inicia las negociaciones para comprar lo que eran los Talleres Metalúrgicos de La Unión, en Av. Corrientes y Acuña de Figueroa. Ya para el 18 de julio de 1948 se concreta la operación inmobiliaria y la Cooperativa festeja porque tiene “¡Mercado propio en casa propia!”. Dos años más tarde, y con mucho esfuerzo, comenzaron los trabajos para construir el mercado. El 15 de mayo de 1952, día de San Isidro Labrador y del Agricultor, hacen una gran fiesta para inaugurar el flamante Mercado de las Flores de Buenos Aires.
Durante años de trabajo y constancia, fue creciendo en Almagro el Mercado de las Flores. Tanto creció que para 1998 había 800 productores ofreciendo sus flores y plantines en un espacio de 8000 metros cuadrados. Pero entonces el Mercado estaba quedando chico, en 2002 lo vendieron y ahora hay un gran templo evangelista en el lugar.
Luego de un paso fugaz por avellaneda, la Cooperativa volvió a la ciudad de Buenos Aires en 2004. El mercado de la calle Olavarría 3240, se instaló finalmente en un galpón comercial de 24.000 metros cuadrados con playas de estacionamiento. Esto les implicó recuperar a un 30% de sus clientes.
El mercado es un mundo mágico con aires bordados de pétalos. La mercadería llega desde los productores del cordón verde del Gran Buenos Aires y hasta de las provincias de Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Mendoza y la zona de la Patagonia. A las tres de la mañana el movimiento en el mercado es enérgico.
Te recomendamos que pongas el despertador re tempranito para llegar al mercado a la 5:30 de la mañana. Si llegás más tarde todavía hay flores pero las mejores, los tesoros, son las primeras en irse.
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