Marta Rappazzo, vecina de la Comuna 8, nos cuenta la historia de este barrio ubicado entre las calles Dellepiane Sur, Mozart, Saraza y Av. Escalada.
Cómo empezar a contar ahora, después de tantos años, como fueron surgiendo los acontecimientos que hicieron que este barrio fuera creciendo.
A pesar de nuestras quejas por el abandono del perímetro donde está centrado nuestro complejo habitacional, no debemos dejar de reconocer que la zona creció un montón.
La Av. Escalada era de adoquines y angosta. La calle Mozart era un barrial, del otro lado había una villa de emergencia, como así también los alrededores.
Todavía no era un barrio sino una gran construcción de edificios cuando los primeros vecinos en tener la adjudicación de su departamento se dieron cuenta de que no era lo que les habían vendido. No había medios de transporte. Si llovía, solo había una vereda enfrente de su edificio, pero los alrededores eran un desierto. No había negocios más que los que estaban en la villa.
Estábamos en medio de la nada. Para ir hasta escalada era una odisea. Las noches oscuras, si necesitábamos una ambulancia hasta que encontraban el lugar podíamos morir...aún hoy se hace difícil. Imaginen los más jóvenes lo que padecieron en aquellos años.
Lo que es hoy la Autopista 25 de Mayo era una ruta angosta que te llevaba a Ezeiza. Atrás, el Parque Indoamericano era un páramo abandonado donde los yuyos más bajos te cubrían la cabeza, donde los chicos escapaban de sus progenitores para ir a cazar ranas, cuises, lagartijas y otros bichos que compartían el terreno.
Pasaron muchos años y durante ese tiempo vi cómo todo crecía y se transformaba. Nuestro barrio iba mejorando muy lentamente porque siempre hubo gente que trabajó. A pesar que se hacia difícil destinar dinero para poder arreglar lo externo cuando había cuotas que cubrir para lograr escriturar lo antes posible, meta que casi todos llegamos a cumplir para obtener lo mas deseado, tener y poder decir ¡la vivienda ya es mía!
Muchos años colaboramos para colocar lámparas en los faroles que necesitaron cambiarse, también reemplazar baldosas en las veredas que se iban deteriorando, mantenimiento de los espacios verdes que pertenecían a la CMV, la cual no sé hacia cargo de nada, ni siquiera de darle un final de obra a este barrio que en ese entonces le dieron el nombre de Parque Almirante Brown sector C. en Villa Lugano.
¿Alguna vez usted pensó el tiempo de lucha que se necesitó para que reconocieran nuestros derechos cuando ofrecieron deshacer los contratos y devolver la seña?
Esto sólo lo sabemos los que estamos viviendo aquí desde el principio y también sabemos los motivos por los que no nos terminaron el barrio. Quedará en la memoria de aquellos que luchamos por lograr en parte el objetivo.
Hoy festejamos nuestro aniversario numero 43. Fue en noviembre de 1967 que los primeros audaces vinieron a vivir a este desolado paisaje, sin saber a lo que se enfrentarían.
Algunos todavía estamos aquí, otros partieron dejando su recuerdo y otros se mudaron. Pero nos queda la esperanza de que algún día este barrio que lleva ahora el nombre de Juan José Nagera se convierta en lo que soñamos muchos de los que bregamos por mejorarlo. Esta historia es la de mi Querido Barrio y es mi historia de vida.
Si querés compartir alguna historia de tu Comuna o contarnos qué historia te gustaría saber, escribinos a comunas@buenosaires.gob.ar.
