Martes 15 de Octubre de 2013

El Papa de la solidaridad

Francisco, antes de estar al frente del Arzobispado porteño y de asumir el pontificado, fue un asiduo visitante de barrios carenciados de la Argentina, a cuyos habitantes acompañaba y escuchaba.

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"Nadie es descartable y nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que aún existen en el mundo".

Con estas palabras el Papa Francisco destacó el valor de la solidaridad y se dirigió a miles de personas que lo acompañaron a su visita en a la favela Varginha de Río de Janeiro, Brasil, en su primera visita a una villa tras ser nombrado jefe de la Iglesia Católica.

Es que Bergoglio, aún antes de estar al frente del Arzobispado porteño era un asiduo visitante de barrios carenciados de la Argentina, a cuyos habitantes acompañaba y escuchaba.

Sus visitas no se limitaban a acontecimientos y celebraciones como la Semana Santa, sino que se acercaba en transporte público, sin aviso, para conversar con sus habitantes.

Esto le permitió entablar una relación franca y sincera con las personas de los barrios. Por ejemplo, en la parroquia Virgen de los Milagros de Caaupé, ubicada en la villa 21-24 de Barracas, su designación como nuevo Sumo Pontífice llenó de alegría a sus fieles, muchos de los cuales habían recibido el bautismo, la comunión y la confirmación de su parte; al día siguiente se celebró una misa para rezar por él y homenajearlo.

Foto gentileza: Archivo Diario La Nación/Julián Bongiovanni.

En línea con aquella conducta solidaria, tras ser nombrado Arzobispo de la Ciudad promovió el trabajo de los “curas villeros” para que se comprometieran y ayudaran en las villas de emergencia de Buenos Aires. Designó a los curas en la categoría de vicaria, aumentó el número de sacerdotes para aquella tarea y distribuyó más recursos.

En abril de 2009 apoyó al equipo de sacerdotes villeros para denunciar el tráfico de drogas en los asentamientos de la Ciudad. “Esto no es una cuestión de estos sacerdotes, es cuestión de todos nosotros, es cuestión mía y de todos los obispos auxiliares que apoyamos esa declaración. Tenemos que defender a la cría. Nuestra única opción es llevar a los chicos y a las chicas por el camino de la luz”, afirmó entonces.

A poco de la designación de Francisco, uno de los curas villeros, el Padre “Pepe” José María Di Paola, contó que Bergoglio acompañó en muchas ocasiones su trabajo en zonas carenciadas y barrios marginales. “Recuerdo que en 1996, cuando desde el santuario de San Pantaleón comencé a hacer un trabajo de prevención dirigido a niños y jóvenes de la villa Ciudad Oculta, a Bergoglio lo entusiasmó mucho”, relató Di Paola al diario La Nación, y agregó: “En esa época (…) participó bastante de los encuentros de preparación para los sacramentos con estos jóvenes.”

El Padre “Pepe” destacó también el interés de Bergoglio por la villa 21 en donde la Iglesia trabaja para formar líderes positivos, lejos de la droga y de la violencia. Allí, en muchas ocasiones el futuro Papa se acercó a charlar con los jóvenes y se interesó por que obtuvieran las mismas posibilidades que en otros barrios.

En su visita a Brasil, a poco de ser nombrado Papa y ante los miles de habitantes de la favela, Francisco sentenció: “No están solos, el Papa está con ustedes”.

Francisco, como en Buenos Aires, visitó un barrio carenciado de Brasil. Foto: Facebook/News.va Español.