La propuesta se enmarca dentro de un plan de revitalización del sur de la Ciudad, tomando puntualmente al Distrito de Diseño en Barracas como un centro de diálogo entre la tradición del barrio y el diseño de profesionales emergentes.
La Basílica del Sagrado Corazón de Jesús es un edificio histórico, patrimonio cultural de la Ciudad, que se levanta sobre la avenida Vélez Sarsfield. El templo fue construido en un solar donado por la familia Pereyra Iraola, tradicional de Barracas. Allí se levantaron la escuela, la Basílica y la casa del seminario, inaugurados en 1908 por el obispo auxiliar de Buenos Aires, Gregorio Ignacio Romero. De estilo románico con rosetones vidriados, el edificio se encuentra en la Av. Vélez Sarsfield e Iriarte.
Eli Sirlin, integrante del jurado y referente de la industria, afirma que el diseño de iluminación es fundamental en el espacio público para mejorar la calidad de vida de los habitantes. Para Sirlin, intervenir el espacio urbano con diseño de iluminación, ayuda a leer la ciudad. “Una ciudad se lee en su configuración, resaltando sus particularidades en términos de luz, cuando hay luz artificial, cuando es de noche, resaltar determinadas condiciones de circulación” dice. Para la Directora de la Carrera de Diseño de Iluminación de Espectáculos, un concurso como el de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en Barracas es fundamental; ya que esta clase de concursos ayudan a la gente a manifestarse. El deseo de Sirlin es que “ojalá toda la Ciudad estuviera iluminada con concursos de este tipo.” Con respecto a los criterios de selección, se tuvieron en cuenta: la propuesta creativa, sencillez en la resolución de la propuesta y claridad en la manifestación gráfica del proyecto; además el informe técnico debía responder a la propuesta.
Propuesta Ganadora: Estudio Mezcla
Memoria del proyecto
"Nos interesó realizar una propuesta de Iluminación para la basílica por la particularidad “under” y el potencial que le vemos al barrio. En diferentes oportunidades y con distintos proyectos de arquitectura hemos conocido Barracas y nos resulta particularmente interesante por la superposición de historia e información que tiene, la mezcla de escalas de edificios, los monumentos e infraestructura símbolo de un país en auge, las casas de clase media y también la pobreza y los grandes conflictos sociales.
Conociendo el entorno inmediato en el que está implantada la basílica y su historia, reconocemos un contraste brutal entre la escala que tiene el parque Pereyra, la misma basílica con capacidad para albergar gente a nivel metropolitano, la calle Chubut con sus conjuntos de viviendas, sus fábricas y sus depósitos y la villa 21 que arranca a solo 200mts de la plaza y la basílica. Decidimos tomar este contraste cómo un dato positivo, así como lo hicimos con el factor económico que figura en la convocatoria. Entendimos su cota restringida cómo un desafío a la hora de proponer un efecto que revalorice el edificio y que tampoco resulte ostentoso en relación a un entorno con tantas necesidades sociales alrededor.
En este sentido nuestra estrategia consistió en proponer 3 instancias o tipos de iluminación, que responden a 3 escalas presentes en el edificio y que creemos permiten lograr, explotando recursos y posibilidades de forma eficaz, una buena ecuación entre presupuesto y acción lumínica: a) A distancia, una luz para enfatizar los remates de la torre y el sagrado corazón, como un destello de luz visible desde lejos. b) Efecto transiluminado para destacar y revalorizar los vitrales y sus colores. Este se interpreta desde una distancia media como “la luz interior de la Basílica”. c) Luz indirecta a los arcos, al espacio del pórtico de acceso, que aporta calidez y presencia desde una vista peatonal y es funcional al uso del atrio.
La Iluminación exterior para resaltar remates decidimos ubicarla en columnas, para separar los artefactos del piso y protegerlos del posible vandalismo. Elegimos para esto una luz de color ámbar para el remate del campanario, porque nos parece interesante el efecto que produce sobre la piedra de color claro.
Tomamos la decisión de “transiluminar” la fachada por ser un recurso que, por un lado, facilita el mantenimiento de los artefactos y evita el vandalismo, y al mismo tiempo teatraliza el espacio exterior, a través de un efecto lúdico que representa el interior como “el corazón y espíritu de la basílica”, que está presente con su luz. Nos pareció interesante tomar los objetos de color y trabajo artístico como son los vitrales y en particular los rosetones para exagerar este efecto teatral. Para lograr este efecto usaremos una luz de color blanco frío que resalte el color azul de las ventanas. A través de la iluminación interior de la iglesia logramos un efecto exterior y, en segunda instancia, complementa la propia iluminación interior con luz indirecta para las ceremonias nocturnas.
Por último, el pórtico de acceso, con sus 3 arcadas, es representativo del uso que se hace de la basílica en casamientos y ceremonias a donde las puertas de entrada y el atrio se vuelven el espacio principal para el festejo y el saludo social. Proponemos bañar el pórtico con luz también de color ámbar, para lograr una profundidad que contraste con los vitrales azulados y un equilibrio junto con el ámbar del remate.
Para todos los efectos, usaremos proyectores de led de alta eficiencia, con protección IP65, y ángulos variables entre 8° y 75°, personalizados para cada efecto."
