Viernes 16 de Octubre de 2015

Día Mundial de la Alimentación

En el marco del Día Mundial de la Alimentación destacamos la importancia de tener una alimentación saludable que aporte al organismo los nutrientes y energía necesarios para vivir con salud, aprender y trabajar mejor.

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En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada 16 de octubre, desde el Plan Integral de Enfermedades Crónicas No Transmisibles destacamos la importancia de tener una alimentación saludable que aporte al organismo los nutrientes y energía necesarios para vivir con salud, aprender y trabajar mejor.

Además, alimentándote saludablemente, podés prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, obesidad, algunos tipos de cáncer, hipertensión arterial, osteoporosis, anemia, infecciones, entre otras.

Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), los porteños consumimos diariamente muy pocas frutas y verduras, y sólo el 6,1% de la población consume las 5 porciones diarias recomendadas. En cuanto al consumo de sal, el 22,1% agrega sal siempre después de la cocción o al sentarse a la mesa.

Recomendaciones para lograr una alimentación variada:

Realizá 4 comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Incluí:

  • Leche, yogures y quesos (preferentemente lácteos descremados).
  • Carnes (quitar la grasa visible), huevos y aumentar el consumo de pescado.
  • Legumbres (lentejas, porotos, garbanzos) y cereales preferentemente integrales (arroz, pan, avena, maíz, trigo burgol, cebada y centeno, entre otros).
  • Frutas y/o verduras, variando tipo y color: consumir al menos medio plato de verduras en el almuerzo, medio plato en la cena y 2 o 3 frutas por día.
  • Aceite crudo como condimento, en lo posible alternándolos (como girasol, maíz, soja, oliva y canola) y frutas secas o semillas (maní, nueces, almendras, chía, girasol, lino, sésamo, etc.)
  • Incluí agua segura al menos 8 vasos por día, es la mejor bebida para mantenerte hidratado.

Para tener en cuenta:

• Cociná sin sal, reducí el agregado en las comidas y evitá el salero en la mesa. Para reemplazar la sal utilizá condimentos, por ejemplo: pimienta, pimentón, perejil, ají, orégano, etc.
• Optá por otras formas de cocción antes que la fritura, por ejemplo: horno, plancha, vapor, hervido.
• Incluí al menos una vez por semana un puñado de frutas secas sin salar (maní, nueces, almendras, avellanas, castañas, etc.) o semillas sin salar (chía, girasol, lino, sésamo, etc.)
• Limitá el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos con mucha grasa, azúcar y sal, por ejemplo: manteca, margarina, amasados de pastelería, golosinas, productos de copetín como: palitos salados, papas fritas de paquete, etc.
• Aprovechá el momento de la comida para encontrarte y dialogar con otros.
• Tomá agua segura, no esperes a sentir sed para tomarla.