Desde 2015 la Agencia de Protección Ambiental (APrA) del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires impulsa una campaña para que los vecinos puedan entregar sus aparatos eléctricos y electrónicos en desuso que luego serán tratados de manera ambientalmente segura.
La primera convocatoria se llevó a cabo entre junio y diciembre de 2015. En aquella oportunidad se recibieron 2450 aparatos que equivalen a 4,5 toneladas.
Este año, la campaña también se inició en el mes de junio. En este caso, hasta el mes de septiembre, se habían recibido 8882 artefactos que representan 14,7 toneladas.
Promediando la campaña, en relación con el año pasado, el crecimiento es del 227%.
Los vecinos pueden llevar aparatos de informática, comunicación y pequeños electrodomésticos como netbooks, notebooks, celulares, tablets, iPod, cámaras, radios, teléfonos, walkman, discman, impresoras, escáneres, teclados, mouse, relojes, controles remotos, reproductores de DVD, mp3, mp4 y mpge.
También videojuegos, parlantes, auriculares y dispositivos de bluetooth, cargadores de celular, pendrives, micrófonos, webcams, calculadoras, módems, discos rígidos externos, CPU y monitores de computadora.
Para conocer el cronograma se puede ingresar acá
Este proyecto tiene como principal objetivo ofrecer a los vecinos un lugar al que puedan llevar sus aparatos en desuso. Además, permite dar el tratamiento ambientalmente adecuado a los artefactos que ya no funcionan ya que serán enviados a la Cooperativa Reciclando Trabajo y Dignidad donde se reutilizarán aquellos que se encuentren en condiciones y los restantes serán desmontados. Las piezas reciclables se enviarán a empresas que puedan darles un nuevo uso y los componentes peligrosos serán tratados de manera segura.
En la Argentina, por año, se descartan 290.000 toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos. En el mundo, este número asciende a 41,8 millones de toneladas. Este tipo de residuos son la fracción que más crece debido a cambios de modelo, modas u obsolescencia programada aunque podrían seguir siendo utilizados o reparados.
Cerca del 90% de los componentes de estos aparatos se puede reciclar, en especial, plásticos y metales como oro, plata, cobre, aluminio, entre otros, como una forma de “minería urbana” que reduce la necesidad de extraer estos recursos de la naturaleza.
