Martes 07 de Diciembre de 2021

¿Conocés la aventura de la tabla Virgen María con Niño, ángeles y donante?

La obra viajó a Aragón, España en 2018, para formar parte de la exposición temporal Panteones Reales de Aragón, en el edificio Pignatelli de Zaragoza

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La tabla Virgen María con Niño, ángeles y donante (siglo XV- Sigena -Aragón-Esp. Pedro Espalargues (atribuido)) viajó a Aragón, España en 2018, para formar parte de la exposición temporal Panteones Reales de Aragón, en el edificio Pignatelli de Zaragoza.

La obra originalmente era parte del retablo gótico de la Madre de Dios, del Monasterio de Sijena, del siglo XV, desmembrado en el siglo XIX. Desde España, habían perdido el rastro cuando viajó a América y lograron identificarlo unos años antes, en el Museo. Gracias a la exposición logró reunirse con las dos tablas laterales, dedicadas a los santos médicos Cosme y Damián.

En esta ocasión te contamos el proceso de conservación y embalaje de las obras que viajan a otras instituciones. Desde el área de Conservación del museo se realiza el seguimiento regular y constante de las obras que conforman la colección del mismo para prevenir el deterioro y daño de las mismas.

Cuando se otorgan obras en calidad de préstamo a otra institución dentro o fuera del país, se solicita un informe sobre condiciones de seguridad con las que cuenta el lugar y las condiciones medioambientales y arquitectónicas. Se contrata una empresa especializada en el transporte de obras de arte quienes cuentan con los materiales adecuados para confeccionar el embalaje.

El equipo de conservadores se encarga de tomar las medidas y el pesaje de la obra para la confección de la caja de madera especial en la que será transportada. Esta caja a su vez está recubierta en todo su interior con espuma de polietileno de alta densidad para evitar vibraciones y golpes en los medios de transporte ya sea terrestre y/o aéreo.

Se conforma un plan para descolgar la obra entre dos o tres personas del área junto con los montajistas para realizar una manipulación que no dañe la obra y colocarla en el embalaje diseñado. Previamente se toman fotos de la totalidad de la obra, anverso, reverso, marcas, firma de autor, sellos, detalles de restauraciones anteriores, las cuales se envían conjuntamente con un informe sobre el estado de conservación en que se entrega la obra al museo que la recibirá.

Una vez en el lugar de destino los conservadores receptores también toman fotos de cada paso desde que descienden la obra del vehículo, la retiran del embalaje y constatan que el estado en que arriba la obra coincida con el informe enviado. Y de regreso al museo de origen se procede de la misma forma.

Todos estos pasos son necesarios para cuidar la perdurabilidad de las obras y permitir que continúen viajando, y ser conocidos por distintos públicos.