La pregunta, tan coloquial como simpática, salió de boca del mismísimo Papa, ante la sorpresa de su interlocutor: “¿Cómo va la vuelta a Boedo?” Daniel Peso, integrante de la subcomisión del hincha de San Lorenzo, era pura felicidad después de entregarle en el Vaticano a Francisco una camiseta en la Plaza San Pedro.
La respuesta no tardó en llegar: “Muy bien, ya tenemos como 19 mil metros cuadrados pagos por la gente y estamos por firmar un acuerdo con la empresa propietaria."
El Papa, rápido y ocurrente, lo chicaneó: “¿Y qué pasa con lo mío, quiero comprar un metro?”.
Más, Francisco desplegó la remera que simboliza ese deseo del regreso a Boedo, con la leyenda “Volvemos a Avenida La Plata”, y recordó que de chico iba al Viejo Gasómetro de la mano de su padre. Además bendijo el acuerdo próximo a realizarse, entre San Lorenzo y Carrefour.