El Papa Francisco tiene una rutina que, salvo excepciones, no modifica. A saber:
- Se levanta a las 4 y media de la mañana.
*Reza de 5 a 7 y prepara la homilía de la misa que dará a continuación en la Capilla de Santa Marta.
-
Al terminar saluda a todos los que participaron de la misa y se va a desayunar.
-
Luego comienza su trabajo: A partir de ahí afronta numerosos encuentros y audiencias.
-
Recibe gente de la mañana a la noche y también responde cartas.
-
No mira televisión.
-
Extraña la comida argentina, sobre todo la carne.
-
Descansa entre las 14 y las 14.45.
-
Mantiene reuniones más personales hasta las 19, cuando reza el Rosario, las vísperas y cena.
-
Lee algunos documentos antes de irse a dormir, a eso de las 22.
El argentino Guillermo Karcher (ceremoniero pontificio) conoce como pocos el día a día de Francisco. Cuenta que "sasi todos los días paso a saludarlo, charlamos un poquito, le llevo muchas noticias de nuestra patria. El tiene mucha capacidad de trabajo, escucha a todos. Está convencido de que en cada encuentro con las personas dios emerge." Y agrega: "El Papa de salud está muy bien, es una persona fuerte y saludable. Está acostumbrado a esta exigencia, tiene una vida metódica de toda una existencia que ha forjado así. No le cansa este ritmo."
También detalla: "El Papa vive este mes de julio, en el verano europeo, disminuyendo un poco su actividad, pero tampoco se tomas las vacaciones. Yo creo que se muestra solidario con personas que no pueden tomarse vacaciones y esto lo trae desde cuando era arzobispo en Buenos Aires. Porque tomarse vacaciones es un privilegio de pocos."
