El local se encontraba oculto detrás de persianas metálicas y carecía de habilitación. Las personas que allí trabajaban no contaban en ningún caso con libreta sanitaria; la higiene del lugar era realmente deplorable, los distintos productos (chicha, pollo, hortalizas, arroz, fideos, carne, pescado, ceviche, huevo y otros) se encontraban apoyados directamente en el piso del local, sin ninguna protección y expuesta a todo riesgo de contaminación.
El baño de caballeros era utilizado para acopio de botellas plásticas usadas, que rellenadas eran distribuidas con chicha (la bebida mas vendidas en los puestos ambulantes del Once). Se detectaron cucarachas vivas, excremento felino, verduras en putrefacción, grasitud en campana de extracción y agua acumulada en varios lugares. Ninguno de los alimentos cumplía con la cadena de frio correspondiente, no poseían la rotulación reglamentaria, ni con la condiciones bromatológicas adecuadas, por lo cual se DECOMISO en forma inmediata un total de 240kg de alimentos. El local además fue CLAUSURADO.