Jueves 15 de Abril de 2021

Brócoli, un vegetal con muchos beneficios

Entre sus beneficios se destaca su contenido en beta-carotenos, vitamina C, ácido fólico, hierro y sustancias antioxidantes.

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El brócoli, también conocido como brécol en otros países de habla hispana, es una verdura perteneciente a la familia de las crucíferas al igual que el repollo, el coliflor y el nabo. Se pueden encontrar más de 3.000 especies propias de regiones templadas o frías. El brócoli posee una mayor riqueza en vitaminas y minerales respecto al resto de las crucíferas. Se destaca su contenido en vitamina A (en forma de beta-carotenos), vitamina C, ácido fólico, potasio y hierro.

Su origen parece estar ubicado en los países del Mediterráneo oriental. Los romanos cultivaban y consumían esta planta, y por ello esta verdura es muy popular en Italia. Fue hace poco más de 30 años cuando su producción y consumo empezó a incrementarse de manera más general en el resto del mundo. En Argentina, su zona de producción se centra principalmente en la provincia de Buenos Aires. El brócoli es una planta que se desarrolla fundamentalmente durante las estaciones de otoño-invierno y primavera, por lo tanto, en estas estaciones son la mejor ocasión para consumirlos, aunque se dispone de brócoli durante todo el año.

A rasgos generales, se pueden encontrar dos grandes variedades: “sprouting” de color blanco o púrpura, que se vuelven verdes durante la cocción; y “Calabrese o italiano” de color verdoso y exquisito sabor.

Al hablar de sus propiedades nutricionales, el brócoli se puede considerar como una de las verduras de mayor valor nutritivo, es rica en beta-carotenos, vitamina C, ácido fólico y potasio. El componente mayoritario de esta verdura es el agua, por lo que su valor calórico es muy bajo. Las vitaminas A y C también son reconocidas por su acción antioxidante y protectora para la salud.

De su contenido mineral sobresale el potasio y el hierro, pero también cuenta con cantidades significativas de calcio, magnesio, zinc y yodo.

En el brócoli se han identificado una serie de elementos fitoquímicos cuyos potenciales efectos en la prevención de diversos tipos de cáncer y otras enfermedades. Muchas de sus virtudes se atribuyen a diversas sustancias como glucosinolatos e isotiocianatos.

Su contenido en fibra es abundante y colabora significativamente a tener un mejor tránsito gastrointestinal.

Al momento de comprar brócoli, se deben elegir aquellos con racimos pequeños y compactos, de color verde-morado brillante y el tallo firme y bien cortado. No se han de escoger aquellos que tengan las flores abiertas, estén blandos o de color amarillento.

Una vez en casa, para evitar que se enmohezca, el brócoli se puede almacenar sin lavarlo en bolsas de plástico perforadas en la parte baja de la heladera destinada a frutas y verduras por un lapso de tres a cinco días. Si no se refrigera se pone fibroso y leñoso con rapidez, y con el paso de los días, envejece y desarrolla sabores fuertes indeseables.

Algunas ideas para sumar brócoli en las comidas pueden ser incorporarlo en preparaciones como budines, tartas, soufflé, omelette, croquetas, salteado con pasta o arroz, ensaladas frías o tibias, pizza, empanadas, en rellenos o gratinados.

Para tenerla siempre lista y disponible durante todo el año es ideal congelar, y para ello es necesario escaldarla: se debe sumergir en agua hirviendo durante 2 minutos hasta que adquiera un color verde brillante, y luego cortar su cocción con agua fría y llevarla al freezer. Puede conservarse freezada hasta un año.

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