Cactario

Espinas y flores en una de las colecciones más valiosas del jardín. Los cactus son endémicos de nuestro continente y son especies CITES de máximo resguardo. Vení a conocerlos.

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Estructura vidriada no calefaccionada, permite albergar numerosas especies de la familia de las Cactáceas, para su conservación, observación y estudio. Este grupo de plantas poseen múltiples características anatómicas y fisiológicas que les permite conservar agua. De tallos con diferentes formas y tamaños, son de estructura gruesa y suculenta; las hojas suelen estar transformadas en espinas. Sus flores son llamativas y efímeras y en muchos casos abren de noche. Son representantes típicos de regiones desérticas y semiáridas de América.

¿Qué son los cactus?

El eminente botánico sueco Carlos Linneo fue quien utilizó por primera vez el término “Cactus” para denominar a este grupo de plantas a mediados del siglo XVIII. Los integrantes de esta familia son plantas suculentas (succus = jugo) debido a la presencia de abundante cantidad de agua almacenada principalmente en el tallo. Hay que tener en cuenta que si bien todas las cactáceas son plantas suculentas, no todas las plantas suculentas son cactáceas, ya que hay otras familias con la capacidad de almacenar agua (Ej: Agaváceas, Aizoaceas, Apocynaceas, Crassulaceas, etc.).

Generalmente se los asocia a zonas desérticas pero los ambientes en que se desarrollan son muy variados, desde selvas tropicales saturadas de humedad, hasta zonas con sequías estacionales. Las áreas geográficas con mayor cantidad de especies se encuentran en torno a los trópicos, siendo el de Cáncer (México y sur de Estados Unidos) el de mayor concentración en lo que respecta a densidad y diversificación de especies, en segundo lugar el de Capricornio en Sudamérica (Norte de Argentina, Sur de Bolivia, Sur de Brasil).

Existen aproximadamente unos 300 géneros y 2.500 especies originarios de América (Endémicos) extendiéndose desde la provincia de Alberta en Canadá hasta la provincia de Santa Cruz en la República Argentina. Esta familia no es muy antigua ya que se considera que aparecen en la tierra hace aproximadamente 30 o 40 millones de años, después de la separación de los continentes.

Raíz

Las raíces están adaptadas a las condiciones edáficas y climáticas donde se desarrollan, con suelos arenosos, calizos, etc., con alta insolación y presencia de agua estacional, con rápida infiltración. Presentan una raíz principal cuya función es la fijación de la planta, con crecimiento vertical y un desarrollo proporcional al tamaño del ejemplar.

Las raíces secundarias están dedicadas fundamentalmente a la absorción de agua, presentando un grado de ramificación, longitud y profundidad directamente relacionado con la presencia de humedad. Durante la época de lluvias, en los extremos de las raíces secundarias se desarrollan manojos de raicillas absorbentes de carácter caduco, que al terminar el período de lluvias se marchitan y desaparecen.

Tallo

El tallo de las cactáceas es suculento. La suculencia es el resultado de la adaptación a los ambientes en que viven.

Es característico de las cactáceas la modificación de las hojas: en algunos casos son normales, en otros son suculentas y en otros se presentan como escamas, o se encuentran ausentes por completo.

La epidermis se encuentra muy engrosada y cubierta por una capa de cera. Los estomas -que en las plantas comunes se encuentran en las hojas- en estos ejemplares están ubicados en el tallo, en menor cantidad y hundidos de manera de reducir la pérdida de agua, ya que son los encargados del intercambio gaseoso y acuoso con el ambiente.

Debajo de la epidermis se encuentra el tejido parenquimático encargado de la fotosíntesis (parénquima fotosintético).

Seguidamente se encuentra una gruesa porción de tejido parenquimático responsable del almacenamiento de agua que determina la suculencia (parénquima acuífero).

A continuación, rodeando la médula, hay un anillo de haces vasculares, encargados del transporte en sentido ascendente de la savia bruta (agua y sales minerales) y descendente de savia elaborada (azúcares, aminoácidos, etc) con la que se alimenta la planta. La forma cilíndrica o globosa es otra característica de adaptación, donde la superficie es proporcionalmente reducida en relación al volumen del ejemplar.

Por su forma los podemos clasificar en globosos, cilíndricos, candelabriforme y planos (cladodio) en forma de hoja o raqueta. Solo en los géneros Pereskia y Pereskiopsis presentan tallos similares al resto de las plantas, cilíndricos, ramificados y con la presencia de hojas bien diferenciadas.

Cereus (columnar ramificado) – Opuntia (aplanado articulado)

Ferocatus (globoso con costillas) – Mammillaria (globoso con mamelones)

Tephrocactus (cilíndrico articulado) – Mammillaria (columnar contínuo)

Areolas

La característica distintiva y exclusiva de esta familia es la presencia en el tallo de areolas, estructuras vegetativas que presentan forma circular o elíptica; se encuentran sobre las aristas de las costillas, en el ápice y las axilas de los tubérculos o en la superficie de los tallos planos, cuya función es promover el crecimiento de ramas, hojas, espinas, flores, pelos, etc.

Espinas

Por su origen y posición las espinas serían hojas o ramas modificadas, representando esta modificación una de las transformaciones sustanciales de adaptación a los ambientes desérticos o semidesérticos, ya que las hojas son los órganos por donde las plantas pierden agua durante la evapotranspiración. Las espinas son estructuras constituidas por tejido epidérmico y subepidérmico fuertemente lignificado y vascularizado. Esto la diferencia del aguijón (por ej. en rosal) que es de origen superficial. Las espinas, al arrancarlas, arrastran tejidos profundos del tallo, lo que dificulta la extracción. Los aguijones, en cambio, se pueden separar del tallo con facilidad. De acuerdo a la posición que ocupan en la areola al crecer, se distinguen espinas radiales o centrales. Por su forma pueden ser aciculares, subuladas, aplanadas, etc. Por su consistencia pueden ser rígidas, flexibles, papiráceas.

Espinas Pilosas – Espinas Pectinadas

Espinas Pectinadas – Sin Espinas

Tricomas

Son excrecencias de origen epidérmico, que se manifiestan como diminutas borlas de pelos blanquecinos, encontrándose sólo en el género Astrophytum. La función de estas estructuras es la protección de la epidermis de la acción de los rayos solares: ayudan a mantener la humedad en la lámina de aire que se encuentra inmediatamente por encima de esta.

Flor

Las flores son por lo general hermafroditas (los dos sexos en la misma flor), usualmente de colores vivos. Pueden ser diurnas o nocturnas. Todas las flores de las cactáceas son de ovario ínfero con un solo lóculo y gran cantidad de óvulos en su interior (pluriovuladas).

En general las flores son sésiles salvo en el caso del género Pereskia en el que se presentan pedunculadas, con la característica de que no se observa la división entre cáliz y corola ya que presentan una transición gradual, denominándose a cada uno de estos elementos “tépalo”.

Las flores suelen ser actinomorfas (varios planos de simetría), en muy pocos casos zigomorfas (un solo plano de simetría). La polinización es casi siempre cruzada ya que los estambres maduran antes que el gineceo, por lo tanto el polen de una flor fecundará los óvulos de otra flor. La floración en general se da en primavera y verano, pudiendo en algunos casos presentar una segunda floración.

flor actinomorfa (Chamaecereus sivestrii)

flor zigomorga (Aporocactus flageliformis)

Fruto

Son carnosos (Bayas) o secos (cápsulas), con forma ovoide, esférica o de clava, pueden estar cubiertos por espinas, pelos, cerdas, lana, escamas o completamente lisas. Con pulpa carnosa constituida por los funículos de las semillas, un solo lóculo polispérmico. Algunos, como el higo de tuna, son comestibles.

Los frutos pueden ser dehiscentes (que se abren a la madurez) o indehiscentes (que no se abren a la madurez).

Semilla

Son numerosas, con un tamaño que oscila entre 0,3 mm. y 4 mm. aproximadamente. En general poseen un tegumento duro que impide la germinación (dormancia). Al ser ingeridas por animales (mamíferos o aves) y pasar por su tracto digestivo, el tegumento se ablanda. Al eliminarlas con las heces, las semillas están en condiciones de germinar.
La germinación es rápida, cuando las condiciones de humedad y temperatura son adecuadas, sin embargo el desarrollo posterior de las plantas en general es lento.