No me la esperaba, yo... tenía una cita el viernes, una audición el lunes, un viajecito por ahí;
y de la noche a la mañana ya no se puede salir.
En parte lo estoy disfrutando y en parte me quiero morir.
Me invade algo peor quizá que el miedo es el aburrimiento, la inacción que si algún día acaba temo no saber retomar.
Y quisiera confesar varias cosas que no hice, dije por posponer, por suponer que mañana tenía otra oportunidad de vernos, de oírte, de juntarnos a hablar.
Pero me limitaron algo que daba por sentado: la libertad de decidir si quiero o no ir a algún lado.
Y ahora expectante quisiera que podamos volver a tocarnos y darte ese beso o abrazo que antes tenia re-guardado.