Viernes 04 de Diciembre de 2020

El Museo Familiar Gauchesco

A 150 años del nacimiento de Carlos G. Daws: coleccionista y referente de nuestro acervo criollo.

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El domicilio de Carlos Daws y Ernesta Mezzadra estaba situado en Valentín Gómez 3071 en el barrio porteño de Balvanera, cercano al Ferrocarril del Oeste, actual Ferrocarril Sarmiento, donde el coleccionista trabajó hasta jubilarse.

Antonio Barceló en la revista Sintonía del 10 de julio de 1940 dice “Tan pronto se franquea el umbral de su domicilio en la calle Valentín Gómez 3071 y la puerta se cierra con el característico tintineo de cencerros… el visitante tiene la sensación de haberse trasladado a otro mundo y comienza a saturarse de recuerdos gratos, de hombres y cosas de nuestra tierra, evocados en cuadros alusivos, pendientes de las paredes y en prendas camperas de plata y oro que fueron lujo clásico de muchos hacendados, militares, autoridades oficiales y gauchos de la Argentina, con acierto admirable.” Dice del anfitrión “Don Carlos hombre culto, simpático y fino observador, explica en conversación amable los usos y costumbres, y la forma en la que a través de tantos años ha ido acumulando en su casa todo aquello que conoció que pueda ser interesante para los estudiosos y que provenga de nuestros campos criollos.”

Colecciones hasta en el dormitorio

El esfuerzo de Daws por acrecentar su colección se manifestó en la inversión de gran parte de sus ahorros en la adquisición de las piezas criollas en locales de compraventas, depósitos de rezagos, anticuarios y en los talleres de los artesanos. Alguna prenda encargaba a sus amigos y conocidos y muchos integrantes del círculo de tradicionalistas que admiraban su tarea consagrada a preservar el pasado criollo le hacían llegar como presente piezas para que luzcan en el museo.
Con estos objetos fue formando una colección extraordinaria que al ritmo que crecía iban ocupando todos los cuartos de la casa hasta llegar en los últimos años, ya viudo don Carlos, a su dormitorio. La sala, el escritorio y el comedor conformaban un escenario de tupido decorado de culto a las costumbres de la pampa del siglo XIX y en especial al gaucho, su mítico jinete.

En la sala de su casa-museo, los sillones cubiertos de ponchos eran el escenario preferido a la hora de retratar a don Carlos y su esposa Ernesta bajo la cabeza embalsamada del caballo emprendado con cabezada, fiador, freno de grandes copas y riendas de plata. Don Carlos posa con sombrero y poncho pampa, tomando mate o rasgueando cifras y milongas en la guitarra. Había piezas por todas partes: en la pared una cabeza de avestruz rodeada por boleadoras ñanduceras de dos bolas, debajo la “Tres Marías” con las tres bolas de plata y otra con bolas de marfil con aplicaciones de plata. En el piso, alfombras con la piel completa de yaguareté y un toro que conservaban su cabeza y un asiento de cadera de vaca.

En el comedor numerosas vitrinas exhibían en forma apretada la extraordinaria colección de platería: los mates, ordenados según época y región de procedencia, las rastras, espuelas, rebenques, cuchillos, facones, frenos, pretales, fiadores, frenteras etc. Una vitrina contenía objetos variados: en los dos estantes de arriba una centena de copas de pulpería acompañadas por dos botellas de ginebra; en el tercero parte de la colección de trabucos; debajo más de cien piedras redondas de boleadoras y las pavas de hierro que podían pesar hasta 2 kg y los calderos con asa y sin tapa que llevaba el gaucho en su recado para tomar mate.

Había también escaparates, cuadros y caballetes apropiados para exhibir los objetos criollos; los estribos y las riendas colgaban de barrales de madera ya que a falta de espacio en los estantes cientos de piezas colgaban directamente de la pared. A veces ellos mismos servían de soporte como sucedía con las petacas o los grandes morteros sobre los que se colocaban otras piezas. Botas de potro, calzoncillos cribados, sombrero “panza de burro”, yesqueros y guayabas tal como se usaban en la pampa, reposaban ordenados en los estantes. Dos lujosos recados completos, uno de Entre Ríos y el otro de Buenos Aires, adornaban la sala.

La vizcachera

Así llamaba don Carlos a su escritorio por la profusión de objetos acumulados. La biblioteca atesoraba más de cuatrocientos libros de literatura gauchesca y nativista, arte, numismática, historia argentina y varios clásicos de la literatura universal. En ella estaban los álbumes de fotografías y los enormes libros administrativos contables– los “libros de misa” - donde Daws pegó cuidadosamente a lo largo de más de treinta años los recortes de diarios y revistas de los temas que le interesaban. En un sillón, sobre un poncho pampa, se exhibía la guitarra del payador Pablo Vázquez, regalo de su amigo el militar Alejandro Razetti quien, al morir su dueño, pintó de negro en señal de luto.

El legado

En 1941 Carlos G. Daws quedó viudo y por los documentos de su archivo sabemos que continuó con su actividad hasta muy pocos días antes de su muerte ocurrida el 29 de mayo de 1947.
Muchos años antes manifestó su preocupación por el destino de la colección y realizó innumerables gestiones junto a sus amigos para que el Museo Familiar Gauchesco se convierta en una institución estatal. Finalmente la colección criolla fue comprada por la Municipalidad dela Ciudad de Buenos Aires a sus herederos Ernesto O. Mezzadra y Ester L.Mezzadra y en 1949 pasaron a formar parte del MAP, por aquel entonces Museo de Motivos Populares Argentinos José Hernández. Junto a esta partida ingresó como generosa donación de la familia la biblioteca de Daws conformada por 400 libros y sus documentos de archivo: libros de recortes, álbumes de fotografías y un rico epistolario que conforman un fondo documental de gran valor patrimonial.

El 6 de diciembre a las 18 h en nuestro canal de YouTube te invitamos a una charla virtual que contará con tres presentaciones

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Presente Gaucho
Claves para la comprensión del tradicionalismo de hoy. Instituciones, calendario de fiestas y actividades de las celebraciones criollas contemporáneaspor María Cecilia Pisarello. . Carlos G. Daws, Ernesta Mezzadra
Del Museo Familiar Gauchesco a la colección criolla del MAP por Juliana María Lozada.

El Fondo Documental Carlos G.. Daws
Los documentos de archivo: un recorrido del pensamiento y las prácticas del tradicionalismo por más de 40 años por Laura Hernández.