Originario del Alto Perú, era llamado así por su particularidad de tener dos bombillas.
Algunas fuentes sostienen que al igual que el mate con asas, impedía el contacto físico entre los novios. Aquel, que la mano del caballero no rozara la de la dama, este que los novios no tocaran con sus labios la misma bombilla.
La salvilla era para servir los bizcochos o poner una flor destinada a la novia.
Otras fuentes agregan que también se lo llamó mate de contrato, y que se usaba para celebrar el matrimonio de las jóvenes parejas en el Alto Perú del siglo XVIII. La pieza con las dos bombillas tenía un simbolismo especial: expresaba el deseo de buenos augurios. Asimismo compartir el mate al cerrar un contrato era una expresión de buena fe entre los hombres de negocios de la época.
Imágenes:
MATE. Calabaza tipo galleta pirograbada. Cuello, pie y salvilla de plata. Bombillas con boquilla de oro, adornadas con bombas de plata. Buenos Aires. Siglo XIX. Colección del MAP.
Selfie del beso, Virginia Cóceres, 2018.
