El Pan del Día

La exposición desarrolla, con objetos y recreaciones de época, los distintos aspectos en la elaboración de los panificados.

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Casa Altos de Elorriaga, Defensa 187.
Inauguración: jueves 4 de abril de 2019.

Un kilo y dos pancitos. Era tan linda la pebeta. PAN. En la voz de Eladia Blázquez o Carlos Gardel, en las palabras de Adolfo Bioy Casares o Julio Cortázar, desde Discépolo y Carlitos Balá a María Elena Walsh y Luis Alberto Spinetta, los porteños respiramos, vivimos y soñamos con el aroma de nuestras panaderías. Conocé y saboreá su historia y sus protagonistas.

Patrimonio Gastronómico Porteño

“El universo comienza con el pan”, dice Pitágoras. Y Buenos Aires, también. Juan de Garay tuvo la previsión de traer trigo y labradores a unas fértiles pampas, y desde los primeros días la joven Ciudad proyectó en el horizonte la fuerza productiva de la agricultura, la molienda y la panificación. Panaderos españoles, franceses y criollos se disputaban la clientela con vendedores ambulantes y en las pulperías, mientras en los hornos de barro caseros se amasaba el pan y las tortas fritas con manos femeninas. Médicos, abogados y albañiles en los años de la Independencia recibían pagos en el preciado pan blanco, hecho con los mejores trigos argentinos, aquellos que empezaban a partir al exterior iniciando la histórica puja por el precio de la harina que aún resuena en mostradores y bolsillos. Molinos a vapor a metros de la actual Casa Rosada anuncian la pujante industria panadera que brillará en el Siglo XX con La Panificación Argentina en Caballito y Canale en Barracas, mientras en los barrios florecen confiterías y panaderías de canastos llenos de milonguitas, flautas y miñones que siguen tentando desde las veredas. Y la historia de las luchas sociales presente en la docena de facturas por las infaltables medialunas, sacramentos y cañoncitos de dulce de leche, legado de anarquistas y sindicalistas.

El Museo de la Ciudad continúa en la investigación y revalorización del patrimonio gastronómico ciudadano, tras Alfajor. Un ícono argentino y *Carne**, con la actual propuesta que despliega un polo creativo de exposiciones, recreaciones y actividades en colaboración con instituciones, entidades, federaciones y sindicatos del sector.

Panaderas y panaderos que desde la madrugada se entregan al arte de la masa y la levadura, sal y agua, elementos preciosos que leudan un tesoro en la raíz alimentaria nacional y que dialoga en la actualidad con sofisticadas baguettes y telúricos chipás. Torta Balcarce, alfajores, pastelitos y pasta frola a la hora del té, ¡y que no falte la panera en la mesa ni el asado!